El devastador paso del huracán Otis en octubre de 2022 dejó una profunda huella en Guerrero, un estado cuya identidad y economía están intrínsecamente ligadas al turismo. Playas icónicas, hoteles imponentes y vibrantes centros turísticos quedaron temporalmente silenciados por la fuerza de la naturaleza. Sin embargo, a poco más de un año y medio de aquella catástrofe, Guerrero no solo se levanta, sino que resurge con una fuerza admirable, demostrando la resiliencia de su gente y el poder transformador del turismo.

La reciente temporada de Semana Santa 2024 se convirtió en un testimonio palpable de esta recuperación. Las cifras de ocupación hotelera, que rozaron el 91.3% en promedio a nivel estatal, son mucho más que simples estadísticas: representan la confianza renovada de los turistas, el fruto del trabajo incansable de los guerrerenses y la efectividad de las estrategias de promoción implementadas. Acapulco, con un 91.6% de ocupación, reafirmó su posición como un destino predilecto para los viajeros, mientras que Ixtapa (91.2%), Taxco (90.6%) y Zihuatanejo (88.9%) no se quedaron atrás, demostrando que la magia de Guerrero se extiende a lo largo y ancho de su territorio. La emblemática Costera Dorada de Acapulco, con un impresionante 93.6% de ocupación, se convirtió en un símbolo de la revitalización del sector, con hoteles llenos de vida y playas rebosantes de alegría.

Este resurgir no es producto de la casualidad, sino de una estrategia integral que combina la calidez y hospitalidad innata de los guerrerenses con una oferta turística renovada y atractiva. La gobernadora Evelyn Salgado Pineda, a través de la marca “Hogar del Sol”, ha impulsado una campaña de promoción que resalta la belleza natural del estado, su riqueza cultural y la diversidad de experiencias que ofrece a sus visitantes. Desde los imponentes acantilados de Acapulco hasta la magia colonial de Taxco, pasando por las playas paradisíacas de Ixtapa-Zihuatanejo, Guerrero se presenta como un destino completo, capaz de satisfacer las expectativas de todo tipo de viajeros.

Más allá de las playas y el sol, Guerrero se ha reinventado con una agenda cultural y de entretenimiento vibrante. Conciertos de artistas nacionales e internacionales, festivales que celebran las tradiciones locales, torneos deportivos que atraen a competidores de alto nivel, ferias gastronómicas que deleitan los paladares más exigentes y actividades recreativas para toda la familia, forman parte de la oferta que ha revitalizado los destinos turísticos de la entidad.

La recuperación de Guerrero tras el huracán Otis es una historia de perseverancia, un ejemplo de cómo el turismo puede ser un motor de desarrollo y reconstrucción. Es la historia de un pueblo que, a pesar de la adversidad, se unió para reconstruir su futuro, apostando por la industria que mejor los representa. Guerrero no solo ha superado una de las pruebas más difíciles de su historia reciente, sino que ha emergido con una nueva energía, un brillo renovado que lo consolida como un destino turístico de primer nivel. Porque en Guerrero, el turismo no es solo una actividad económica, es una forma de vida, una expresión de su identidad, una fuente de orgullo y esperanza para las futuras generaciones. Es la prueba fehaciente de que, incluso después de la tormenta más oscura, el sol siempre vuelve a brillar.