
20 de abril de 2025 a las 17:55
Alerta: Tos ferina cobra vidas infantiles en México
La alarma se ha disparado en el país. 45 pequeños, todos menores de un año y sin registro de vacunación, han perdido la batalla contra la tos ferina. Una cifra que golpea con fuerza y nos recuerda la importancia crucial de la prevención. El boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud, con datos hasta la semana 15 del 2025, pinta un panorama preocupante: 2,772 casos probables, 749 confirmados y, la tragedia que marca la diferencia, esas 45 vidas truncadas. La tos ferina, una enfermedad que creíamos controlada, vuelve a azotar con especial virulencia a los más vulnerables.
El informe revela una mayor incidencia en niñas, representando el 57.8% de los casos. Un dato que, si bien no explica la razón de esta diferencia, nos invita a profundizar en la investigación y a redoblar los esfuerzos en la protección de nuestras pequeñas. El mapa del contagio dibuja una realidad desigual: Puebla, Campeche, Chiapas, Jalisco y San Luis Potosí, encabezan la lista de letalidad. Mientras, Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco concentran el mayor número de casos confirmados, contrastando con Yucatán, que registra la menor incidencia. Esta disparidad nos interpela a analizar las particularidades de cada región, a identificar las posibles fallas en la cobertura de vacunación y a fortalecer las estrategias de prevención de forma localizada.
La tos ferina, causada por la bacteria Bordetella pertussis, se disfraza inicialmente de un resfriado común, dificultando su diagnóstico temprano. Comienza con estornudos, secreción nasal y una tos leve, síntomas que pueden confundirse fácilmente. Sin embargo, la tos evoluciona, se intensifica, se vuelve persistente y se acompaña de ataques que pueden interrumpir la respiración, especialmente durante la noche. Imaginen el sufrimiento de esos pequeños, la angustia de los padres ante la impotencia de ver a sus hijos luchar por respirar. Estos episodios pueden prolongarse hasta por 10 semanas, dificultando la alimentación, el descanso y el desarrollo normal del bebé. En casos severos, la tos ferina puede derivar en neumonía, convulsiones e incluso la muerte, como lamentablemente hemos constatado.
Ante este panorama, la Secretaría de Salud insiste en la vacunación como la única arma efectiva contra la tos ferina. La vacuna pentavalente, incluida en el Esquema Nacional de Vacunación, protege contra la difteria, el tétanos, la tos ferina y la poliomielitis. El esquema recomendado inicia a los 2 meses de edad, con dosis subsecuentes a los 4, 6 y 18 meses, y un refuerzo a los 4 años. No podemos dejar pasar esta oportunidad de proteger a nuestros hijos. Cada dosis es un escudo, una barrera contra esta enfermedad que puede ser devastadora.
Además de la vacunación, es fundamental adoptar medidas preventivas como lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, evitar el contacto con personas enfermas y ventilar adecuadamente los espacios. Acciones sencillas, pero que marcan la diferencia. La detección temprana es clave. Ante cualquier tos persistente, especialmente en bebés y niños no vacunados, es crucial acudir al médico. No esperemos a que la enfermedad avance. La consulta oportuna puede salvar vidas.
La lucha contra la tos ferina es una responsabilidad compartida. Padres, autoridades sanitarias, profesionales de la salud, todos debemos unir fuerzas para proteger a nuestros niños. La información, la prevención y la vacunación son nuestras mejores aliadas. No permitamos que más pequeños se conviertan en víctimas de esta enfermedad. Informémonos, vacunémonos y protejamos a quienes más queremos.
Fuente: El Heraldo de México