Iztapalapa respira aliviada tras una exitosa 182 Representación de la Pasión de Cristo. Un millón cuatrocientas mil almas, un mar de rostros conmovidos, se congregaron este Viernes Santo para presenciar el drama sacro que año con año convierte a esta alcaldía en el epicentro de la fe y la tradición. Provenientes no solo de cada rincón de la Ciudad de México, sino de todo el país, los visitantes se unieron en un acto colectivo de devoción que superó todas las expectativas.

La alcaldesa Aleida Alavez Ruiz, visiblemente emocionada, anunció saldo blanco al término de la jornada, un logro que atribuyó a la ejemplar organización de los ocho barrios y a la colaboración de las distintas instancias gubernamentales. Si bien un pequeño incidente con uno de los caballos nos recordó la importancia de extremar precauciones, la rápida respuesta de los equipos de apoyo impidió que pasara a mayores. La seguridad y el bienestar de todos los participantes, tanto humanos como animales, fue la prioridad número uno, y el resultado habla por sí mismo.

Más de dos millones de visitantes en lo que va de la Semana Santa, una cifra que pone de manifiesto el arraigo de esta tradición y su poder de convocatoria. Desde el Domingo de Ramos, Iztapalapa ha vibrado con la energía de la fe, con la emoción contenida de miles de personas que reviven la historia de Jesús. Y detrás de cada escena, un ejército silencioso de trabajadores, voluntarios y personal de apoyo que hacen posible la magia.

Seiscientas veinte atenciones médicas, más de veinte mil acciones de hidratación, cero personas extraviadas y 243 solicitudes de información: los números reflejan la magnitud del operativo desplegado para garantizar la seguridad y el bienestar de los asistentes. Una labor titánica que involucró a tres mil trescientos cincuenta elementos de la policía, apoyados por 180 vehículos, y a más de dos mil trabajadores de la alcaldía. Un esfuerzo conjunto que merece nuestro reconocimiento y aplauso.

Este año, la protección animal ocupó un lugar central en la agenda. La alcaldesa Alavez Ruiz reiteró el compromiso de su administración con el bienestar de los caballos que participan en la representación, destacando las medidas implementadas para garantizar su cuidado y seguridad. Un mensaje claro y contundente que subraya la importancia de la responsabilidad y el respeto hacia todas las criaturas.

Ciento cuarenta y siete actores, quinientos miembros del equipo de apoyo, doscientos músicos, cientos de soldados romanos y fariseos: un total de cuatro mil personas, unidas por la pasión por el teatro y la devoción religiosa, dieron vida a esta conmovedora representación. Un espectáculo que trasciende lo artístico para convertirse en una experiencia espiritual, un recordatorio de los valores que nos unen como sociedad.

La 182 Representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa fue, sin duda, un éxito rotundo. Una muestra del poder de la fe, de la fuerza de la tradición y del compromiso de una comunidad que, año con año, se entrega en cuerpo y alma para hacer posible este milagro de la cultura popular. Una historia que se repite, pero que siempre nos conmueve, que siempre nos recuerda la importancia de la esperanza y la solidaridad. Y que nos deja con la certeza de que, mientras exista Iztapalapa, la Pasión de Cristo seguirá viva en nuestros corazones.