
Inicio > Noticias > Medio Ambiente
19 de abril de 2025 a las 06:15
Alerta: Incendio en Cofre de Perote
El corazón del Cofre de Perote late con dificultad, asfixiado por las llamas que devoran su manto verde. Doscientas hectáreas, un lienzo de vida reducido a cenizas, testimonian la ferocidad del incendio que azota este pulmón vital del estado de Veracruz. Imaginen la escena: más de 600 almas valientes, un ejército de brigadistas, luchando sin tregua contra la furia desatada del fuego en la escarpada zona montañosa. Hombres y mujeres enfrentándose a un enemigo implacable, armados con su coraje y la esperanza de salvar lo que queda de este tesoro natural.
La Secretaría de Protección Civil, bajo el liderazgo de Guadalupe Osorno Maldonado, orquesta una compleja sinfonía de recursos y estrategias. Los planes Tajín, DN-III-E y Guardia Nacional, como instrumentos afinados, se unen en una armoniosa melodía de esfuerzo y coordinación. Desde el Puesto de Comando, nervio central de esta operación, se dirigen las acciones, cada movimiento calculado con precisión milimétrica.
El rugir del helicóptero del Gobierno del Estado rompe el silencio de la montaña. Desde las primeras luces del alba, la aeronave ha realizado 14 ataques aéreos, descargando más de 8,400 litros de agua con retardante, como lágrimas que intentan aplacar la sed insaciable del fuego. Estas intervenciones estratégicas abren camino a las brigadas terrestres, quienes, palmo a palmo, con el sudor en la frente y la determinación en la mirada, abren brechas para contener el avance de las llamas.
No están solos en esta batalla. Brigadas rurales de la Sedema y la Conafor, junto a brigadistas comunitarios de los ejidos Libertad, Rancho Nuevo, Escobillo Tembladeras, Tonalaco, Tenextepec y Xico, forman un frente común contra el incendio. Y a ellos se suman voluntarios, héroes anónimos movidos por el amor a su tierra, que aportan su grano de arena en esta lucha desigual.
La solidaridad se manifiesta en cada gesto. Un equipo equino de la SSP, incansable, distribuye agua y alimentos a las brigadas que trabajan en zonas de difícil acceso. Un recordatorio de que la unión hace la fuerza, de que juntos podemos superar cualquier adversidad.
La angustia que se apoderó de los pobladores el pasado 15 de abril, cuando vieron ascender las primeras columnas de humo, comienza a disiparse. La intensidad del fuego ha disminuido en el paraje Sendero de los Abuelos, gracias al descenso de la temperatura y a las condiciones meteorológicas favorables. Un soplo de esperanza en medio de la desolación.
Sin embargo, la batalla no ha terminado. Las fuertes ráfagas de viento que azotan la región dificultan las labores de extinción, avivando las llamas y propagando el fuego con rapidez. Las columnas de humo, visibles a kilómetros de distancia, incluso desde la ciudad de Xalapa, son un constante recordatorio de la magnitud del desastre.
Este incendio se suma a la larga lista de siniestros que han asolado el estado de Veracruz en lo que va del año. 71 incendios forestales, una cifra alarmante que nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la prevención y el cuidado de nuestros recursos naturales. El Cofre de Perote, herido pero no vencido, nos llama a la acción. Es hora de unir fuerzas y trabajar juntos para proteger nuestro patrimonio natural, para que las futuras generaciones puedan disfrutar de la belleza y la riqueza de este majestuoso pulmón verde.
Fuente: El Heraldo de México