La tragedia enluta a Durango. Un acto de violencia inexplicable ha dejado un saldo de tres oficiales fallecidos y dos gravemente heridos. La aparente tranquilidad del domingo 16 de abril se vio abruptamente interrumpida en el kilómetro 150 de la autopista Durango-Mazatlán, sobre el imponente Puente Baluarte. Un punto de revisión rutinario, llevado a cabo por elementos de la Policía Estatal y Municipal, se convirtió en el escenario de una pesadilla. José German “N”, de 39 años, irrumpió en la escena al mando de un tractocamión cargado de autopartes, avanzando en sentido contrario y arrollando a los agentes que cumplían con su deber.

Las víctimas, Cristian Adrián “N” de 28 años, Julia “N” de 34, y Ramiro “N” de 30 años, perdieron la vida en el acto, dejando un vacío irreparable en sus familias y en la comunidad policial. La lucha por la vida continúa para Jesús “N” de 47 años y Osvaldo Natanael “N” de 28, quienes se debaten entre la vida y la muerte con lesiones de gravedad. Su valentía y compromiso con la seguridad pública quedan plasmados en la tragedia que hoy los envuelve.

Tras el impacto, José German “N” abandonó el tractocamión y, con una frialdad que estremece, abordó otro vehículo que se encontraba estacionado en el lugar, emprendiendo una huida desesperada. De inmediato se activó un intenso operativo de búsqueda, una carrera contra el tiempo para dar con el paradero del responsable. La colaboración interinstitucional fue clave: el Departamento de Policías de Investigación de Delitos de Durango (PID) y la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) de Sonora unieron fuerzas en una investigación exhaustiva que trascendió las fronteras estatales.

La justicia no se hizo esperar. Menos de 24 horas después del incidente, la tarde del 17 de abril, un operativo certero en un domicilio ubicado en las calles Platón y Sócrates, en la colonia Héroes de Ciudad Obregón, Sonora, culminó con la captura de José German “N”. La noticia del arresto trajo un respiro de alivio a una comunidad conmocionada, un pequeño bálsamo ante el dolor profundo.

El detenido fue puesto a disposición de las autoridades de Durango, quienes lo trasladaron vía aérea para que enfrente a la justicia. La sociedad exige respuestas, claridad sobre los motivos que llevaron a este acto de violencia extrema. Mientras tanto, las familias de las víctimas lloran la pérdida de sus seres queridos, héroes caídos en el cumplimiento de su deber. El peso de la ley deberá caer con toda su fuerza sobre el responsable, en un proceso que se espera sea transparente y ejemplar, para que se haga justicia y se honre la memoria de quienes entregaron su vida protegiendo a la comunidad. El caso de José German "N" nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de valorar la labor de quienes velan por nuestra seguridad.