
18 de abril de 2025 a las 08:50
Tragedia en Celaya: Fallece mujer en procesión de Jueves Santo
La tranquilidad de la Semana Santa se vio brutalmente interrumpida en Celaya, Guanajuato. El eco de las oraciones y los cantos religiosos se transformó en el estallido de la violencia en el Barrio de San Miguel, un lugar tradicionalmente conocido por su fervor y arraigo. La imagen de fe y recogimiento se tiñó de rojo cuando civiles armados irrumpieron la solemnidad, abriendo fuego contra los asistentes a la conmemoración religiosa en el atrio de la iglesia.
El caos y el pánico se apoderaron de la escena. La serenidad de la tarde se quebró en mil pedazos, dejando tras de sí un rastro de dolor e incertidumbre. Dos personas fueron alcanzadas por las balas, víctimas inocentes de una violencia que parece no tener límites. Un hombre lucha por su vida en un hospital local, su pronóstico es reservado, mientras que una mujer, lamentablemente, sucumbió a sus heridas, dejando un vacío irreparable en su familia y comunidad.
La calle Diego Rivera, a pocos metros de la iglesia, se convirtió en el escenario de esta tragedia. Un lugar que habitualmente resonaba con las risas de los niños y las conversaciones de los vecinos, ahora es sinónimo de dolor y consternación. La comunidad del Barrio San Miguel, conmocionada por la violencia que ha irrumpido en su seno, se pregunta cómo es posible que la sagrada celebración de la Semana Santa se haya visto profanada de esta manera.
Las autoridades se encuentran investigando los hechos, buscando a los responsables de este acto de barbarie. Hasta el momento, no se han reportado detenciones. La incertidumbre se cierne sobre Celaya, mientras la población exige justicia y un alto a la violencia que azota a la ciudad.
Este lamentable suceso no es un hecho aislado. La violencia continúa sembrando el terror en las calles de Celaya. En otro incidente, un joven repartidor por aplicación, de apenas 20 años, fue asesinado a balazos a pocos metros de la céntrica plaza Parque Celaya. Este lugar, que debería ser un espacio de esparcimiento y convivencia familiar, se ha convertido en un escenario recurrente de la violencia. Medios locales reportan que en las últimas semanas, al menos tres personas han perdido la vida en ejecuciones en la misma zona.
La ola de violencia que azota a Celaya exige una respuesta contundente de las autoridades. La ciudadanía clama por seguridad, por la tranquilidad que les ha sido arrebatada. La vida de un joven repartidor, la de una mujer que asistía a una ceremonia religiosa, son testimonios del clima de inseguridad que se vive en la ciudad. Es imperativo que se implementen medidas efectivas para frenar la violencia y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. La paz y la tranquilidad no pueden ser un lujo, son un derecho fundamental que debe ser garantizado.
Fuente: El Heraldo de México