
19 de abril de 2025 a las 00:50
Trabajador del comedor, primera víctima del tiroteo en UF
La comunidad de la Universidad Estatal de Florida (FSU) aún se encuentra conmocionada tras el trágico tiroteo del pasado jueves. La identificación de Robert Morales como una de las víctimas ha profundizado el dolor y la incredulidad. Un hombre dedicado, con más de nueve años de servicio en la institución, coordinador de comedor y, por sobre todo, esposo y padre. Su repentina partida deja un vacío irreparable en su familia, amigos y en la propia universidad, donde era un rostro familiar y apreciado.
El testimonio de su hermano, Ricardo Morales, a través de redes sociales, es un desgarrador reflejo del impacto de esta tragedia. Sus palabras, cargadas de dolor y amor fraternal, nos recuerdan la dimensión humana de esta pérdida, más allá de las frías estadísticas. La imagen de Robert junto a su padre, hermanos y familia, compartida por Ricardo, nos permite vislumbrar la vida plena que le fue arrebatada. Una vida dedicada al trabajo, a su familia y a la comunidad universitaria.
Más allá de su labor en la FSU, Robert Morales también era un miembro fundador de "Gordo's", un icónico restaurante local, muy popular entre los estudiantes. Su legado se extiende más allá de los muros de la universidad, tocando la vida de muchos en la comunidad de Tallahassee. Su participación en el diseño de restaurantes dentro de la Unión Estudiantil muestra su compromiso con la mejora del campus y la experiencia de los estudiantes. La fotografía que lo muestra junto al entrenador Norvell es un testimonio de su conexión con la vida universitaria.
La empresa Aramark, para la cual trabajaba Morales, ha expresado su profundo pesar por la pérdida. Su comunicado público no solo reconoce la tragedia, sino que también destaca la consternación y el dolor que sienten por la pérdida de un miembro de su equipo. Este gesto, aunque no puede aliviar el sufrimiento de la familia, muestra la importancia de la solidaridad y el apoyo en momentos de crisis.
Mientras dos de los heridos se recuperan favorablemente y podrían recibir el alta médica pronto, la incertidumbre y la angustia persisten en torno a la segunda víctima fatal, aún sin identificar oficialmente. Las autoridades continúan investigando los detalles del incidente, buscando respuestas que puedan arrojar luz sobre las motivaciones del atacante, Phoenix Ikner, y las circunstancias que llevaron a esta tragedia.
El hecho de que el arma utilizada por Ikner perteneciera a su madre, una agente del sheriff del condado de Leon, añade otra capa de complejidad al caso. Si bien las autoridades han aclarado que el arma era de propiedad personal y no había sido tomada ilegalmente, este detalle inevitablemente plantea interrogantes sobre la seguridad y el control de armas. Este debate, tan recurrente en la sociedad estadounidense, vuelve a tomar protagonismo a raíz de este trágico suceso.
La comunidad de la FSU, y la ciudad de Tallahassee en su conjunto, se enfrentan ahora a la difícil tarea de sanar las heridas y reconstruir la confianza. El recuerdo de Robert Morales, y de todas las víctimas de este senseless acto de violencia, debe servir como un llamado a la reflexión y a la acción. Un llamado a la unidad, a la solidaridad y a la búsqueda de soluciones que permitan prevenir futuras tragedias.
Fuente: El Heraldo de México