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18 de abril de 2025 a las 15:10

La Enfermera Sonriente: ¿Culpable o Inocente?

La sombra de la tragedia se cierne aún sobre el Hospital Materno Neonatal de Córdoba. Casi tres años han transcurrido desde que la enfermera Brenda Agüero fue detenida, acusada de un crimen que conmocionó a Argentina: el asesinato de cinco bebés y el intento de homicidio de otros ocho. Un juicio complejo, plagado de interrogantes y con una protagonista que se declara inocente, mientras la sociedad busca respuestas ante un caso que ha dejado profundas heridas.

El punto de partida, la muerte de Francisco Calderón Cáceres el 18 de marzo de 2022. Un bebé aparentemente sano que falleció repentinamente tras 11 horas de vida. Su deceso fue el primero de una serie de eventos inexplicables que sumieron al hospital en el caos y la incertidumbre. Cuatro pequeños más perdieron la vida en circunstancias similares, dos de ellos con niveles elevados de potasio, un dato que inicialmente apuntaba a una posible inyección externa, pero que posteriormente la investigación policial descartó como causa probable. ¿Qué ocurrió entonces en aquella sala de incubadoras? La Fiscalía señala a Brenda Agüero, argumentando que su comentario sobre el mal estado de uno de los recién nacidos revela una presunta motivación homicida. Sin embargo, la defensa contraataca, alegando que la enfermera reportó una rotura prematura de la bolsa en la incubadora de uno de los bebés, una infección que, según su versión, podría haber sido la verdadera causa del fallecimiento.

El caso se complica aún más con los informes periciales. Los análisis indican niveles normales de potasio e insulina en los bebés, sin rastro de pinchazos en sus cuerpos. Se suma a la ecuación el testimonio de Agüero sobre las extrañas marcas moradas en las manos y uñas de una de las pequeñas, un detalle que, según la defensa, fue ignorado por los médicos y que pudo haber sido crucial. Ante la montaña de evidencias y contraevidencias, la figura de Brenda Agüero se convierte en el epicentro de un debate polarizado. ¿Una asesina fría y calculadora o una víctima de las circunstancias?

Mientras el juicio avanza, la enfermera insiste en su inocencia. “Jamás toqué un bebé. No sé qué pasó en el Neonatal”, declara con firmeza, asegurando llevar tres años presa por un crimen que no cometió. Su sonrisa, un gesto que ha llamado la atención durante las audiencias, se convierte en otro elemento de controversia. Algunos la interpretan como una muestra de cinismo e indiferencia, mientras que ella la atribuye al apoyo de su madre, una forma de transmitirle tranquilidad en medio de la tormenta.

"Me mataron en vida", afirma Agüero, con la voz cargada de angustia. "Aunque tenga la bendición de poder salir, afuera tengo la vida arruinada". Sus palabras reflejan el peso de una acusación que ha marcado su existencia, la incertidumbre de un futuro incierto y el dolor de una tragedia que sigue buscando respuestas. El juicio continúa, con la esperanza de arrojar luz sobre los oscuros acontecimientos del Hospital Neonatal de Córdoba y determinar, finalmente, la verdad detrás de la muerte de cinco pequeños. Un caso que ha conmocionado a un país y que nos obliga a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la importancia de la justicia.

Fuente: El Heraldo de México