Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Seguridad

19 de abril de 2025 a las 02:40

Hallan muerto a normalista desaparecido en Michoacán

La comunidad estudiantil de la Escuela Normal Rural “Vasco de Quiroga” de Tiripetío, Michoacán, se encuentra sumida en la consternación y el dolor tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Carlos Eduardo Matías Castro, el joven normalista de 21 años que desapareció el pasado domingo. El descubrimiento ha generado una ola de indignación y ha reavivado las exigencias de justicia y esclarecimiento de los hechos que rodean este trágico suceso.

El cuerpo de Carlos Eduardo fue encontrado en un predio a escasos 100 metros de la carretera Morelia-Pátzcuaro, en el municipio de Lagunillas. Presentaba signos de violencia, estaba maniatado y con impactos de arma de fuego, una imagen que contrasta drásticamente con la vitalidad y el futuro prometedor que se le auguraba a este joven originario de Pichátaro. Vestía una chamarra azul marino, una sudadera con los colores azul marino, verde y blanco, un pantalón deportivo negro y un pants azul marino con la inscripción "Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga", prendas que se convirtieron en un símbolo de la búsqueda desesperada que emprendieron sus familiares y compañeros.

Desde el momento en que se reportó su desaparición, la incertidumbre y la angustia se apoderaron de la comunidad normalista. La mañana del domingo, Carlos Eduardo salió de su habitación en compañía de otro estudiante, un hecho que ahora se encuentra bajo la lupa de las autoridades. La falta de noticias durante los días posteriores alimentó la desesperación y motivó una serie de movilizaciones en Morelia y en la carretera a Pátzcuaro, donde padres de familia, estudiantes y miembros de la sociedad civil exigieron a las autoridades la pronta localización del joven.

La investigación ha tomado un giro crucial con la aparición del cuerpo. Si bien la Fiscalía General del Estado (FGE) ha indicado que se requieren estudios genéticos para la plena confirmación de la identidad, la coincidencia de la vestimenta con la que portaba Carlos Eduardo al momento de su desaparición refuerza la dolorosa presunción. La FGE ha iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este crimen que ha conmocionado a la sociedad michoacana.

Los padres de Carlos Eduardo han señalado a un compañero normalista, identificado como Julio César Ch., como el principal sospechoso de la desaparición. Según la información recabada por la familia, este joven fue la última persona que vio con vida a Carlos Eduardo, sacándolo de su habitación en la Normal de Tiripetío. Esta acusación añade un componente de complejidad al caso y pone de manifiesto la necesidad de una investigación exhaustiva y transparente que permita deslindar responsabilidades y llevar ante la justicia a los culpables.

El caso de Carlos Eduardo Matías Castro no es un hecho aislado. La violencia que azota a diversas regiones del país ha alcanzado a la comunidad estudiantil, generando un clima de miedo e inseguridad. La exigencia de justicia por parte de la familia, los compañeros y la sociedad en general es un clamor que no puede ser ignorado. Es imperativo que las autoridades redoblen esfuerzos para garantizar la seguridad de los estudiantes y que se implementen medidas que permitan prevenir futuros actos de violencia. El recuerdo de Carlos Eduardo debe servir como un llamado a la construcción de un país donde la vida y la integridad de los jóvenes sean respetadas y protegidas.

Fuente: El Heraldo de México