
19 de abril de 2025 a las 01:35
Despliegue policial en Chiapas: ¿Qué ocurre en el Cafetal?
La sombra de la extorsión se cernía sobre las comunidades de la zona alta de Tapachula, un espectro que amenazaba la tranquilidad y el sustento de sus habitantes. Ante la falta de respuesta efectiva, la desesperación germinó una semilla de valentía: la creación de una Policía Comunitaria. Hoy, la Fuerza de Reacción Inmediata PAKAL (FRIP) se erige como un escudo protector, patrullando las sinuosas rutas de la región cafetalera y sus alrededores, llevando consigo la esperanza de un futuro libre del yugo criminal.
Melitón García, Coordinador General de la FRIP, explica que estos operativos, bautizados con el evocador nombre de “Operativo Cafetalero”, no son un acto aislado, sino una danza coordinada entre diversas fuerzas de seguridad. La Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), la Secretaría de Marina (SEMAR), la Fiscalía General del Estado, la policía municipal y corporaciones estatales como la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, la Policía Estatal Fronteriza y la Policía Estatal Preventiva, unen sus brazos en una sinfonía de protección para los habitantes de la región. Un frente unido contra la delincuencia, una muestra palpable de que la unión hace la fuerza.
Las imágenes que se desprenden de estos operativos son conmovedoras. No se trata de un despliegue de fuerza intimidante, sino de un encuentro entre protectores y protegidos. Niños con rostros iluminados por la admiración, familias que recuperan la tranquilidad, ancianos que observan con gratitud el resurgir de la seguridad. "La comunidad nos ha recibido con alegría”, afirman las autoridades, y en esa sencilla frase se resume el sentir de un pueblo que vuelve a creer en la posibilidad de un futuro mejor. Un futuro donde el miedo no sea el pan de cada día, donde la extorsión sea un recuerdo lejano.
El “Operativo Cafetalero” se despliega en dos frentes principales: patrullajes de vigilancia que recorren incansablemente los caminos, tejiendo una red de seguridad visible y disuasiva, y puntos de inspección estacionarios, donde la minuciosa revisión de vehículos y personas se convierte en un filtro que busca separar el grano de la paja, detectando posibles riesgos y objetos ilícitos. Pero más allá de la función preventiva, estos recorridos se convierten en un puente entre las autoridades y la comunidad. Un espacio de diálogo directo donde las preocupaciones de los habitantes son escuchadas y atendidas, fortaleciendo así el lazo de confianza entre la población y quienes velan por su seguridad.
Con más de 20 elementos desplegados en cuatro unidades, la presencia de la FRIP se hace sentir en cada rincón de la zona. Sin embargo, la mirada de Melitón García va más allá del presente. Consciente de la importancia de la labor que realizan, aboga por la regularización y formalización de la figura de la policía comunitaria. Un marco normativo claro, que defina sus funciones y responsabilidades dentro de los límites legales, es esencial para asegurar la sostenibilidad y legitimidad de esta iniciativa que ha nacido de la necesidad y la valentía de un pueblo decidido a tomar las riendas de su propia seguridad. Un pueblo que se niega a ser víctima, que se levanta con la frente en alto y construye, con sus propias manos, el futuro que merece.
Fuente: El Heraldo de México