
18 de abril de 2025 a las 06:20
Consejos para disfrutar la Pasión de Iztapalapa con seguridad
La Semana Santa en Iztapalapa es mucho más que una representación; es una vivencia, una tradición que palpita en el corazón de sus ocho barrios y resuena en el alma de México. Por más de 180 años, esta conmemoración de la Pasión de Cristo ha trascendido el simple acto teatral para convertirse en una expresión profunda de fe, un legado cultural invaluable y un evento de magnitud internacional. Desde 1843, cuando una promesa al Señor de la Cuevita detuvo el avance implacable del cólera, la comunidad iztapalapense ha renovado año tras año su compromiso con esta tradición, tejiendo una historia colectiva de devoción y resistencia.
Imaginen la escena: el Domingo de Ramos, el sol baña las calles empedradas mientras la procesión avanza lentamente, llevando consigo la esperanza y la fe de un pueblo entero. Los ocho barrios, como arterias vitales de un solo corazón, laten al unísono, vibrando con la energía de una tradición que se renueva. La multitud se congrega en la Parroquia de San Lucas, testigo silente de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, aclamado como hijo de Dios. La emoción se palpa en el aire, se respira la fe en cada rincón, se comparte una experiencia que trasciende generaciones.
La Macroplaza del Jardín Cuitláhuac se convierte en escenario de milagros. La sanación de los leprosos, la presentación de los niños ante Jesús… cada pasaje bíblico cobra vida ante los ojos de los espectadores, transportándolos a la Judea de hace dos mil años. Es un viaje en el tiempo, una oportunidad para reflexionar sobre la vida, la muerte y la trascendencia del espíritu humano.
Y llega el Viernes Santo, día central de la conmemoración. La tensión se acumula en la Macroplaza mientras se escenifica el juicio a Jesús. El silencio expectante de la multitud se rompe con los diálogos, cargados de dramatismo y realismo. Luego, el viacrucis. Un recorrido por las calles del centro de Iztapalapa que conmueve hasta lo más profundo del ser. Cada paso del Nazareno es un paso en la historia de la humanidad, un recordatorio del sacrificio y la redención.
Finalmente, el Cerro de la Estrella. Majestuoso e imponente, se yergue como testigo mudo de la crucifixión. Es aquí donde la representación alcanza su clímax, donde la emoción desborda y la fe se renueva. Más de un millón trescientas mil almas se congregaron en 2024 para presenciar este momento crucial, convirtiendo el Cerro de la Estrella en un epicentro de espiritualidad y fervor religioso.
Si planeas unirte a esta experiencia única en la Semana Santa 2025, te exhortamos a seguir las recomendaciones de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC). Tu seguridad y bienestar son primordiales. Infórmate sobre las rutas de acceso, los puntos de hidratación y las medidas de seguridad establecidas. Prepara tu visita con anticipación y disfruta de esta tradición con responsabilidad y respeto.
La Semana Santa en Iztapalapa te espera. Ven a vivirla, a sentirla, a formar parte de una historia que se escribe año tras año con la fe y la devoción de un pueblo. Una experiencia que te tocará el alma y te dejará una huella imborrable. No te la pierdas.
Fuente: El Heraldo de México