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18 de abril de 2025 a las 03:15

Cierre en la Juchitán-Tehuantepec

La tensión se palpa en el aire en la comunidad de Puente Madera, perteneciente a la Agencia Municipal de San Blas Atempa, Oaxaca. El asfalto de la carretera federal que conecta Juchitán y Tehuantepec se ha convertido en el escenario de una protesta que clama justicia. Un campesino zapoteca, miembro de esta comunidad, lucha por su vida en un hospital de Tehuantepec tras ser víctima de un atropellamiento. La indignación y la angustia se entremezclan en los rostros de quienes bloquean la vía, exigiendo castigo para el responsable.

El vehículo implicado en el accidente fue localizado en Santo Domingo Tehuantepec horas después del incidente. Sin embargo, la aparente celeridad en la ubicación del automóvil contrasta con la lentitud de las autoridades para detener al presunto culpable. Esta inacción ha encendido la mecha de la protesta. Los manifestantes, con la voz ronca por la desesperación y el cansancio, denuncian la falta de compromiso de las autoridades. Aseguran haber recibido promesas incumplidas tras un breve levantamiento del bloqueo. “Nos engañaron,” clama una de las manifestantes con evidente frustración. “Nos pidieron abrir la carretera a cambio de una respuesta, pero no cumplieron. Por eso volvimos a bloquear, y esta vez no nos moveremos hasta que se haga justicia.”

La gravedad del estado de salud del campesino atropellado añade un componente de urgencia a la situación. La comunidad exige su traslado a un hospital en la capital del estado, equipado con los recursos necesarios para atender la complejidad de sus lesiones. La incertidumbre sobre su futuro y la angustia de su familia alimentan la determinación de los manifestantes. No se trata solo de un bloqueo, sino de una lucha por la vida de uno de los suyos, un hombre que, como tantos otros, salía a buscar el sustento para su familia.

La Fiscalía General del Estado de Oaxaca se encuentra en el ojo del huracán. La comunidad exige que se realicen las investigaciones pertinentes y que se castigue al responsable con el peso de la ley. “Ya sabemos quién es,” afirma otro manifestante con firmeza. “Pero la Fiscalía no hace nada. Por eso estamos aquí, y aquí nos quedaremos hasta que haya justicia para nuestro compañero.”

El bloqueo ha generado un efecto dominó en la región. Varias unidades de transporte de pasajeros y de carga se encuentran retenidas, una medida de presión que busca amplificar el eco de sus demandas. Mientras tanto, los viajeros afectados por el bloqueo se ven obligados a caminar kilómetros para transbordar y continuar su camino. La situación genera un debate sobre la legitimidad de estas medidas, un debate que se pierde en el clamor de una comunidad que solo busca justicia para uno de sus miembros. La carretera bloqueada se convierte en símbolo de la lucha de un pueblo que se niega a ser silenciado, un pueblo que exige que se respete el derecho a la vida y a la justicia. El tiempo corre en contra del campesino herido, y la comunidad de Puente Madera se mantiene firme en su propósito, esperando una respuesta que les devuelva la esperanza.

Fuente: El Heraldo de México