
18 de abril de 2025 a las 16:40
Baterista de banda indie, arrestado por pornografía infantil.
La sombra de la sospecha se cierne sobre la industria musical. Joseph Seiders, baterista de la banda New Pornographers, se encuentra en el ojo del huracán tras ser detenido el pasado 9 de abril en Palm Desert, California. Las acusaciones son graves: posesión de pornografía infantil y comportamiento sospechoso en un establecimiento comercial, donde presuntamente grabó a un menor de 11 años en el baño. Este incidente, sumado a otro reporte de un empleado que lo vio entrar y salir del baño con menores, ha desatado una ola de conmoción y repudio.
La Oficina del Sheriff del condado de Riverside, en California, emitió un comunicado detallando los hechos y confirmando la detención de Seiders, de 44 años. Tras obtener órdenes de registro para su casa, vehículo y teléfono celular, las autoridades afirman haber encontrado pruebas que lo vinculan no solo a los incidentes denunciados, sino también a otros delitos relacionados con pornografía infantil. La investigación sigue en curso, pero la gravedad de las acusaciones ha llevado a que Seiders ingrese en una prisión de Indio con una fianza fijada en un millón de dólares. Su comparecencia ante el tribunal está programada para el 22 de abril, una fecha que marcará un punto crucial en este caso.
Mientras tanto, la banda New Pornographers se ha deslindado por completo de Seiders a través de un comunicado en Instagram. Expresando su conmoción, horror y devastación, los miembros restantes han cortado todo vínculo con el baterista y han manifestado su solidaridad con las víctimas. Este gesto, aunque necesario, no ha evitado que la banda se vea envuelta en la polémica. Las redes sociales se han convertido en un hervidero de críticas y cuestionamientos, con usuarios preguntando sobre la responsabilidad de la banda y la idoneidad de su nombre, "Nuevos Pornógrafos", a la luz de estos acontecimientos. Incluso, hay quienes han sugerido un cambio de nombre, un debate que pone de manifiesto la complejidad de la situación y la necesidad de separar la obra del artista en circunstancias tan delicadas.
La situación de Seiders plantea interrogantes inquietantes sobre la protección de los menores y la responsabilidad de las figuras públicas. ¿Cómo es posible que un individuo en una posición de relativa influencia pueda presuntamente cometer actos tan reprobables? ¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir este tipo de situaciones? El caso también resalta la importancia de la denuncia y la necesidad de que las víctimas se sientan seguras al alzar la voz. La valentía del menor de 11 años y del empleado que reportó el comportamiento sospechoso de Seiders ha sido crucial para iniciar la investigación y poner fin a las presuntas acciones del músico. Este caso, sin duda, marcará un precedente en la industria musical y servirá como recordatorio de la importancia de la integridad y la responsabilidad, tanto individual como colectiva. El futuro de New Pornographers es incierto, pero lo que es seguro es que la música, en este caso, ha quedado en un segundo plano ante la gravedad de las acusaciones. El foco está ahora en la justicia y en la búsqueda de la verdad en un caso que ha conmocionado a la opinión pública.
Fuente: El Heraldo de México