
18 de abril de 2025 a las 16:10
Audio revela últimos momentos de chofer asesinado en Texcoco
La tensión se palpaba en el aire de la noche texcocana. El jueves 17 de abril, alrededor de las 8 de la noche, la aparente calma de la gasolinera de San Bernardino se rompió abruptamente. Un choque, aparentemente menor, se convirtió en el detonante de una tragedia que ha dejado a la comunidad conmocionada. La víctima, Rafael, un chofer de transporte público que cubría la ruta Los Reyes-La Paz - Texcoco, perdió la vida en un altercado que escaló de manera inimaginable.
Los primeros reportes, confusos y fragmentados, hablaban de un posible asalto. Sin embargo, el testimonio de quienes presenciaron el incidente dibuja un panorama diferente, mucho más desolador. Un roce entre la combi de Rafael y un vehículo particular desató una discusión que rápidamente se tornó violenta. Los pasajeros, afortunadamente ilesos en el choque inicial, se convirtieron en testigos involuntarios de una escena que difícilmente podrán olvidar.
Imaginen la escena: el tráfico habitual de la zona, el ir y venir de los vehículos, la luz artificial de la gasolinera iluminando la confrontación. Los daños en el coche particular eran leves, casi insignificantes, una abolladura que podría haberse resuelto con un intercambio de información y un par de llamadas a las aseguradoras. Pero la situación se salió de control.
La impotencia y la frustración se perciben en el audio que Rafael alcanzó a enviar a sus compañeros transportistas momentos antes de la tragedia. En sus propias palabras, describe cómo el conductor del otro vehículo se le “aventó” de manera imprudente, causando el choque. "Un p… que estoy aquí en San Berna subiendo pasaje, me jalo y lo veo que está parado esperando el paso, entonces hago el brazo hacia atrás para dar el cambio y el g… se me avienta a la de sin susto, yo voy despacito y él se avienta la de sin susto y aunque me amarré, sí le alcancé a dar un llegue y todavía el p… dice que si no me fijo, el i… es él el que está haciendo corte de circulación, es el que se está aventando, entonces a ver ahorita qué procede". Su voz, cargada de indignación, refleja la injusticia de la situación. Un simple accidente de tránsito, un malentendido, se transformó en una sentencia de muerte.
Tras el envío del audio, la discusión continuó, subiendo de tono hasta llegar a un punto sin retorno. El conductor del automóvil particular, en un acto de violencia irracional, sacó un arma y disparó contra Rafael, quien cayó abatido en el pavimento. La vida de un hombre trabajador, un padre de familia, un compañero, se apagó en un instante, víctima de la intolerancia y la desmedida reacción de otro individuo.
La llegada de la policía municipal y los paramédicos no pudo revertir la tragedia. La escena quedó marcada por la presencia del cuerpo sin vida de Rafael, un recordatorio brutal de la fragilidad de la vida y las consecuencias devastadoras de la violencia. Hasta el momento, se desconoce el paradero del agresor y si las autoridades han logrado su captura. La incertidumbre y la indignación se mezclan en la comunidad, que exige justicia para Rafael y que se esclarezcan los hechos que llevaron a este fatal desenlace. Este incidente nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la tolerancia, el control de la ira y la resolución pacífica de los conflictos. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo testigos de este tipo de tragedias que podrían evitarse? ¿Qué medidas podemos tomar como sociedad para prevenir la violencia en nuestras calles? La muerte de Rafael no debe quedar impune.
Fuente: El Heraldo de México