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17 de abril de 2025 a las 04:55

Un lavatorio de esperanza para madres

En el corazón de la Semana Santa, una tradición milenaria cobra un significado aún más profundo. El Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, lavará los pies de madres buscadoras, migrantes y familiares de víctimas de suicidio en la Misa de la Cena del Señor. Un gesto cargado de simbolismo, que resonará con fuerza en la imponente Catedral Metropolitana, el templo católico más grande de nuestro continente, bajo la mirada de cientos de fieles y la sombra imponente de la historia.

Este año, el tradicional lavatorio de pies no solo evoca la humildad y el servicio de Cristo, sino que se convierte en un acto de solidaridad tangible con aquellos que viven sumidos en el dolor y la incertidumbre. Madres que recorren incansablemente el país en busca de sus hijos desaparecidos, migrantes que han dejado atrás sus hogares en busca de un futuro mejor, y familias que cargan con el peso insoportable de la pérdida por suicidio, serán los protagonistas de este emotivo ritual.

La Arquidiócesis de México ha mantenido una discreción respetuosa en torno a los nombres de quienes participarán en la ceremonia, alimentando la expectativa y el recogimiento que precede a este acto de profunda significación. Lo que sí sabemos es que la presencia de Doña Mary, figura emblemática en la lucha por los desaparecidos, iluminará con su fortaleza y esperanza la Catedral Metropolitana.

El bullicio habitual del centro histórico, con sus puestos ambulantes que se extienden hasta la salida del metro Zócalo, contrasta con la solemnidad del momento. Cada año, la multitud parece crecer, atraída por la fuerza espiritual de la Semana Santa y la promesa de renovación que trae consigo.

Este año, la invitación a "Vivir la Semana Santa en la Arquidiócesis de México" resuena con una urgencia particular. El llamado a acompañar al Cardenal Aguiar Retes en las celebraciones litúrgicas trasciende lo puramente religioso y se convierte en un acto de comunión con el sufrimiento ajeno. Un recordatorio de que la fe se manifiesta en la compasión, en la escucha atenta y en la búsqueda incansable de justicia.

La elección de estos grupos para el lavatorio de pies no es casual. Se enmarca en el diálogo constante que la Iglesia Católica mantiene con los colectivos de madres buscadoras y las autoridades, representadas en esta ocasión por la Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Un diálogo que busca tender puentes, promover la escucha activa y encontrar soluciones concretas a las problemáticas que aquejan a nuestra sociedad.

La Iglesia, en su papel de mediadora y consoladora, celebra la apertura al diálogo y hace un llamado a las instituciones gubernamentales a atender las demandas de las familias buscadoras con dignidad y respeto. Un llamado a construir una cultura de empatía y a trabajar de manera coordinada para sanar las heridas que afligen a tantas familias mexicanas. El lavatorio de pies, en este contexto, se convierte en un símbolo de esperanza y un recordatorio de que la fe, la solidaridad y la justicia pueden caminar juntas en la construcción de un México más humano y compasivo.

Fuente: El Heraldo de México