
17 de abril de 2025 a las 04:55
Un año sin María José: El desgarrador testimonio de su madre
Un año ha pasado desde aquel fatídico 16 de abril, un año desde que la vida de María José fue brutalmente arrebatada por Miguel "N". Un año de dolor inconmensurable para Cassandra Cruz, quien no solo perdió a su hija, sino que también cargó con las heridas físicas y emocionales de un ataque feroz. El recuerdo de aquel día sigue vívido en su memoria: la breve salida de casa, el regreso para encontrarse con la tragedia, el enfrentamiento con el asesino de su hija, las puñaladas, el intento de asfixia… una escena de horror que ninguna madre debería presenciar. A pesar del dolor y la debilidad, Cassandra logró, con una fuerza sobrehumana, señalar al culpable y entregarlo a las autoridades. Un acto de valentía impulsado por el amor a su hija y la sed de justicia.
La investigación posterior reveló la magnitud del horror: Miguel "N" no solo era responsable del feminicidio de María José, sino que se le vinculaba con al menos otros cuatro casos, con la posibilidad de que el número de víctimas fuera aún mayor. Las pruebas, contundentes: identificaciones, restos humanos, manchas hemáticas… Un rastro de muerte que sembraba el terror en la alcaldía Iztacalco. El proceso judicial, sin embargo, tomó un giro inesperado con la muerte del presunto feminicida dentro del penal. Un final abrupto que, lejos de traer paz, ha generado aún más interrogantes y dolor.
La coincidencia de la fecha de su muerte con el aniversario del asesinato de María José, junto con los primeros informes que apuntan a un suicidio planeado, añade una capa de complejidad al caso. ¿Fue un acto de cobardía para evadir la justicia? ¿Un último intento de controlar la narrativa, incluso desde la muerte? Las preguntas quedan suspendidas en el aire, sin respuestas definitivas.
El dolor de Cassandra y su familia se ve agravado por la revelación de una llamada telefónica realizada por Miguel "N" días antes de su muerte. Una llamada llena de crueldad y burla, donde no solo se jactaba de sus crímenes, sino que insinuaba un número aún mayor de víctimas. La impunidad que transmitía su voz, el desprecio hacia la vida y el sufrimiento ajeno, han dejado una profunda herida en el corazón de Cassandra y su otra hija. La sensación de ser observadas, de ser víctimas de una manipulación póstuma, añade una dimensión aún más perturbadora a la tragedia.
En medio de este torbellino de dolor y preguntas sin respuesta, la comunidad de Santa Cruz Coyuya se unió para conmemorar a María José. Una misa especial en la calle donde creció y fue asesinada, un acto de recuerdo y homenaje a una vida truncada demasiado pronto. Un espacio para compartir el dolor, para honrar su memoria y para exigir que la justicia, aunque tardía e incompleta, prevalezca. La lucha de Cassandra por la verdad y la justicia continúa, no solo por su hija, sino por todas las víctimas de Miguel "N", por todas las mujeres que han sufrido la violencia machista. Una lucha que se convierte en un grito desesperado en medio de la oscuridad, un clamor por un mundo donde la vida de las mujeres sea valorada y protegida.
Fuente: El Heraldo de México