
17 de abril de 2025 a las 19:05
Seguridad reforzada en Tijuana
La llegada de 320 elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a Tijuana, junto con 80 vehículos, marca un punto de inflexión en la lucha contra la inseguridad que aqueja a esta importante ciudad fronteriza. No se trata simplemente de un despliegue más, sino de una acción contundente enmarcada dentro de la Estrategia Nacional de Seguridad, un plan integral que busca no solo reaccionar ante los hechos delictivos, sino prevenirlos y desarticular las estructuras que los generan. Este refuerzo a la seguridad, que se concentra en siete colonias prioritarias – Lomas Taurinas, Sánchez Taboada, Otay, Terrazas del Valle, San Antonio de los Güeros, Camino Verde, Emperadores y la Zona Centro –, representa una bocanada de aire fresco para los residentes que, día a día, conviven con la amenaza de la violencia.
La presencia de estas fuerzas federales, equipadas y entrenadas para enfrentar los desafíos de seguridad específicos de la región, no solo incrementará la vigilancia en las calles, sino que también enviará un mensaje claro a los grupos delictivos: Tijuana no es terreno fértil para la impunidad. La SSPC ha dejado claro que este despliegue no opera de forma aislada, sino que se suma a los esfuerzos preexistentes del Gabinete de Seguridad en la entidad, creando una red de protección más robusta y coordinada. Esta sinergia entre las distintas instancias de seguridad, tanto a nivel federal como local, es fundamental para lograr resultados tangibles y duraderos.
Más allá de la presencia visible en las calles, la Estrategia Nacional de Seguridad se basa en ocho ejes prioritarios que abordan el problema de la inseguridad desde una perspectiva integral. No se trata solo de capturar delincuentes, sino de atacar las raíces del problema: la pobreza, la falta de oportunidades, la corrupción y la impunidad. Se busca reconstruir el tejido social, fomentar la participación ciudadana y promover la cultura de la legalidad. La inversión en programas sociales, la creación de empleos y el fortalecimiento de las instituciones son piezas clave de este rompecabezas.
En Tijuana, la implementación de esta estrategia se traduce en una mayor presencia policial en las calles, pero también en la implementación de programas de prevención del delito, atención a víctimas y reinserción social. Se busca no solo detener a los delincuentes, sino también brindarles la oportunidad de reintegrarse a la sociedad como ciudadanos productivos. La participación de la comunidad es esencial en este proceso. La denuncia ciudadana, la colaboración con las autoridades y la creación de redes vecinales de vigilancia son herramientas poderosas para combatir la inseguridad.
El despliegue de estos 320 elementos y 80 vehículos de la SSPC es un paso importante, pero no es la solución definitiva. La lucha contra la inseguridad es una tarea a largo plazo que requiere la participación de todos los sectores de la sociedad. Es un compromiso compartido que exige constancia, perseverancia y la convicción de que un futuro más seguro es posible. La llegada de estas fuerzas federales representa una inyección de esperanza para Tijuana, un símbolo de que el Estado está presente y comprometido con la seguridad de sus ciudadanos. Ahora, más que nunca, es necesario unir fuerzas y trabajar juntos para construir la ciudad que todos merecemos: una Tijuana segura, próspera y en paz.
Fuente: El Heraldo de México