Una noche llena de adrenalina y poderío mexicano se vivió en el banderazo inicial del Grand Prix del Consejo Mundial de Boxeo. Tres de los cuatro pugilistas aztecas que se presentaron dejaron una huella imborrable en el ring, asegurando su pase a la siguiente ronda que se celebrará en junio. En un despliegue de talento y determinación, Ángel Sauceda, Brandon Mejía y Héctor Munguía demostraron por qué México sigue siendo una potencia en el mundo del boxeo.

Brandon Mejía, con la fuerza de un huracán, se llevó la noche al noquear al jordano Bishara Sabbar en tan solo tres rounds. El público enloqueció al presenciar la demoledora actuación de Mejía, quien mandó a la lona a su oponente en cuatro ocasiones, obligando al réferi a detener el combate. Con este triunfo, Mejía mantiene su impresionante récord invicto de 10-0, con 10 nocauts. La potencia de sus puños no solo lo llevaron a la victoria, sino que también provocaron una fractura en la nariz de Sabbar. Tras la pelea, un Mejía Mosqueda radiante de confianza declaró: "En el gimnasio trabajé en varios recursos. Esperen a un Brandon Mejía más agresivo y mejorado. Me voy contento con mi actuación”. Sin duda, una promesa que deja a los aficionados ansiosos por presenciar su siguiente combate.

Héctor Munguía Jr., por su parte, también debutó con una victoria contundente, noqueando a su rival, el nigeriano Idris Gbadamosi, en el sexto round. A pesar de la desventaja en estatura y alcance, Munguía demostró una inteligencia estratégica admirable, encontrando en la corta distancia la clave para doblegar a su oponente. "Me sorprendió que mi rival supo aguantar todo el castigo que le dí. Tiene todos mis respetos", declaró el mexicano, reconociendo la resistencia de Gbadamosi. Con la mirada fija en el campeonato, Munguía se mostró desafiante: "Me veo campeón ganando este torneo. Con el que me ponga, yo estoy dispuesto, y para ser el mejor hay que enfrentar a todos y a los mejores”. Palabras que reflejan la ambición y el espíritu guerrero que lo caracterizan.

Ángel Sauceda, con una actuación magistral, dominó de principio a fin al venezolano Maikel Ordosgoitti, asegurándose el triunfo por decisión unánime. Su control del espacio, el manejo del tiempo y la fortaleza física convencieron a los tres jueces, quienes no dudaron en otorgarle la victoria. Sauceda demostró una técnica depurada y una precisión quirúrgica en sus golpes, dejando en claro su calidad boxística.

La noche no fue tan favorable para Carlos Arteaga, quien a pesar de haber empatado en la decisión mayoritaria, terminó con una derrota debido a la regla del "no empate" implementada por el CMB. La puntuación de los jueces fue 57-55, 56-56 y 56-56. Sin embargo, la reglamentación del torneo obligó a utilizar un criterio de desempate basado en la contundencia de los golpes en cada round. A pesar de haber perdido puntos por golpes ilegales en los rounds 4 y 5, el nigeriano Idris Gbadamosi fue declarado ganador, avanzando a la siguiente fase. Una situación que sin duda genera controversia, pero que también resalta la importancia de la estrategia y la precisión en este tipo de torneos.

En resumen, el Grand Prix del CMB arrancó con una noche emocionante, llena de victorias vibrantes y demostraciones de la pujanza del boxeo mexicano. Los aficionados esperan con ansias la siguiente ronda, donde la intensidad y la emoción seguramente se multiplicarán. ¿Quiénes serán los finalistas? ¿Quién se coronará campeón? El tiempo lo dirá, pero lo que es seguro es que el camino hacia la gloria estará pavimentado con esfuerzo, sacrificio y golpes nocauts.