
18 de abril de 2025 a las 01:35
Madre rehén: drama y rescate
La tensión se podía cortar con un cuchillo en el callejón La Esperanza, en la urbanización Los Jardines de El Valle. Los vecinos observaban con el corazón en un puño, incapaces de creer la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Henribsen Antonio Bolívar Acevedo, un hombre de 46 años con una orden de captura por homicidio calificado, había irrumpido en una vivienda y tomado como rehenes a una familia completa, incluyendo un bebé. La noticia corrió como la pólvora, amplificada por las redes sociales donde la etiqueta #HenribsenBolivar se convertía en tendencia. Imágenes impactantes del hombre armado, con el pequeño en brazos, inundaban las pantallas de teléfonos y computadoras. El horror se mezclaba con la incredulidad. ¿Cómo se había llegado a este punto?
Minutos antes, Bolívar Acevedo se había enfrentado a tiros con funcionarios del CICPC. Herido en el intercambio de disparos, desesperado por escapar del cerco policial, buscó refugio en la primera casa que encontró. Para los habitantes de la vivienda, una tarde cualquiera se transformó en una pesadilla. La irrupción violenta, la amenaza de un arma de fuego, el terror de ver a sus seres queridos en peligro, son imágenes que seguramente quedarán grabadas a fuego en su memoria.
La negociación con las autoridades se tornó tensa y dramática. Cada minuto que pasaba aumentaba la angustia de los familiares de los rehenes, que seguían el desarrollo de los acontecimientos a través de los medios de comunicación y las redes sociales. El video del hombre armado, con el bebé en brazos y un teléfono en la mano, generaba escalofríos. "Me tienen rodeado, no tengo problemas con nadie. Solo pido que me garanticen mi vida hasta que se resuelva todo", se escuchaba decir a Bolívar Acevedo con una inquietante calma. La imagen del pequeño, ajeno al peligro que lo rodeaba, extendiendo su mano hacia el arma, conmovía a la audiencia.
La llegada del fiscal del Ministerio Público, solicitada por el propio secuestrador, fue un punto de inflexión en la crisis. El diálogo, cuyo contenido aún se desconoce, dio sus frutos. Bolívar Acevedo liberó a los rehenes, ilesos, y entregó el arma. Un suspiro colectivo de alivio recorrió la ciudad. La pesadilla había terminado. La entrega voluntaria a las autoridades en la parroquia Coche puso fin a la dramática jornada.
Ahora, mientras se recupera de sus heridas en el Hospital José María Vargas bajo custodia policial, la justicia comienza su trabajo. Además de la orden de captura por homicidio calificado con alevosía y motivos fútiles, Henribsen Antonio Bolívar Acevedo está siendo investigado por su presunta vinculación con otros dos homicidios. Las preguntas sin respuesta son muchas. ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a este hombre a cometer tales actos? ¿Qué lo impulsó a tomar a una familia como rehén? Las investigaciones en curso intentarán arrojar luz sobre estos interrogantes y determinar las responsabilidades en este caso que ha conmocionado a Caracas y al país entero. La historia de Henribsen Antonio Bolívar Acevedo, sin duda, deja una profunda reflexión sobre la violencia, la desesperación y las consecuencias de las malas decisiones. Un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la justicia.
Fuente: El Heraldo de México