La noche del domingo en la I-95, en el condado de Volusia, la línea entre la vida y la muerte se dibujó con la trayectoria errática de una camioneta SUV. Dos agentes de la ley, el sheriff local y un oficial de la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP), se encontraban atendiendo un incidente previo: un conductor había chocado contra un ciervo. La escena, iluminada por las luces intermitentes de la patrulla, transmitía una aparente calma, una pausa en el flujo constante de la autopista. Pero esta calma era engañosa, precaria. En un instante, el peligro se materializó a gran velocidad.

Un vídeo, capturado por la cámara del tablero de la patrulla (dashcam), muestra la secuencia completa del incidente con una crudeza impactante. Los oficiales caminan cerca del vehículo policial, evaluando la situación, cuando de repente, una camioneta SUV irrumpe en el encuadre. Sin previo aviso, el vehículo se desvía de su carril y se dirige directamente hacia ellos. El chirrido de los neumáticos contra el asfalto rompe la tranquilidad nocturna, anunciando la inminencia del impacto. La camioneta golpea la parte trasera de la patrulla con una fuerza brutal, proyectando el vehículo policial hacia adelante. Acto seguido, impacta el automóvil previamente accidentado, completando una carambola de metal y luces rotas. Finalmente, como si nada hubiera ocurrido, la camioneta regresa a la autopista, dejando tras de sí una escena de caos y destrucción.

El sonido que salvó sus vidas, un zumbido agudo y persistente, provenía de las bandas sonoras de la orilla de la carretera. Este detalle, aparentemente insignificante, se convirtió en la clave de la supervivencia de los oficiales. El característico "bzzzt" alertó a los agentes de la inminente llegada del vehículo, dándoles apenas unos segundos para reaccionar. "Si esas bandas sonoras no hubieran estado ahí, estaría muerto", declaró uno de los oficiales, aún conmocionado por lo sucedido. "Solo escuchamos el 'bzzzt' y dijimos: '¡Oh, mierda!'". Esa fracción de segundo, ganada gracias a la alerta sonora, les permitió esquivar el impacto directo que, sin duda, hubiera tenido consecuencias fatales.

La explicación del conductor de la SUV añade una capa adicional de complejidad al incidente. Según su testimonio, otro vehículo lo obligó a salir de la carretera, provocando la pérdida de control. Sin embargo, tanto los oficiales presentes como las imágenes de la dashcam contradicen esta versión. Ningún otro vehículo es visible en la grabación en el momento del accidente, lo que pone en duda la veracidad de la declaración del conductor.

Las consecuencias para el conductor de la SUV fueron inmediatas. Tras ser evaluado en el lugar del accidente, fue trasladado al Centro Médico Halifax con heridas leves. Más allá de las lesiones físicas, enfrenta dos citaciones: una por no ceder el paso a vehículos de emergencia y otra por circular fuera del carril designado. Estas citaciones, aunque no representan la gravedad del peligro que causó, son un recordatorio de la importancia de respetar las leyes de tránsito y de la responsabilidad que conlleva conducir un vehículo.

Este incidente en la I-95 nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la atención constante al volante. La combinación de velocidad, distracción y la falta de respeto a las normas de tránsito puede tener consecuencias devastadoras, no solo para el conductor, sino también para quienes comparten la carretera. En este caso, la suerte, encarnada en el zumbido de las bandas sonoras, se alió con los oficiales, permitiéndoles escapar de una tragedia. Pero la próxima vez, la suerte podría no estar de su lado.