
17 de abril de 2025 a las 09:15
Escapadas de Semana Santa
La Semana Santa se presenta como un respiro necesario en el ajetreado calendario anual. Más allá de la llegada de la primavera, representa la primera verdadera oportunidad de descanso tras el maratón festivo que se extiende desde el Día de la Virgen de Guadalupe hasta el Día de Reyes. Es tiempo de vacaciones, una pausa revitalizante, especialmente para aquellos afortunados que pueden unir las vacaciones de Semana Santa y Pascua, preparándose así para la llegada del verano.
Sin embargo, el mundo no se detiene por completo. La maquinaria de la política, aunque a un ritmo más lento, continúa su marcha. Mientras algunos sectores disfrutan del descanso, otros siguen trabajando. Vimos esta semana como el expresidente Trump lanzó una nueva amenaza a México relacionada con el suministro de agua a Texas, obligando a una respuesta y a la inevitable negociación. En paralelo, el gobierno mexicano planteó la posibilidad de regular las tasas de interés de los bancos, una propuesta que sin duda generará un intenso debate entre banqueros, la Secretaría de Hacienda y los usuarios de crédito, incluso durante la Semana Santa.
A pesar de la actividad incesante, el Jueves y Viernes Santo son días de respeto y recogimiento casi universal. Las campañas políticas, incluso en el frenético mundo digital, bajan su intensidad. Los aspirantes a puestos judiciales, por ejemplo, han reducido su actividad en redes sociales. Se avecina una recta final intensa después de Pascua, ya que a tan solo 45 días de las elecciones, el desconocimiento sobre el proceso, los candidatos y los cargos a elegir sigue siendo generalizado. Del mismo modo, las organizaciones que buscan registrarse como nuevos partidos políticos han optado por posponer sus asambleas. Convocar a 300 ciudadanos de un mismo distrito electoral en plena Semana Santa para asistir a una asamblea sería, sin duda, una tarea titánica. El tiempo apremia, y estas organizaciones son conscientes de que deben completar el proceso en aproximadamente ocho meses y medio.
Para muchos, la Semana Santa se convierte en una oportunidad para reorganizar ideas, ajustar agendas y prepararse para el regreso a la rutina con energías renovadas. Este proceso de planificación y reorganización también es una forma de descanso. El orden en la agenda proporciona una invaluable paz mental, especialmente para aquellos que, como yo, nos consideramos obsesivos del buen uso del tiempo. Además, siempre hay tiempo para la lectura. En estos días, tras el fallecimiento del prolífico Mario Vargas Llosa, recomiendo releer "Conversación en La Catedral", una obra maestra de 1969 que marcó a toda una generación.
Aunque pueda pasar desapercibido en los destinos turísticos, la Semana Santa conserva su profundo significado religioso. En la Ciudad de México, como cada año, se llevará a cabo la tradicional representación de la Pasión de Cristo. En muchos pueblos, se realizarán las visitas a las siete casas y el rezo del Vía Crucis. Estas tradiciones forman parte integral de nuestra cultura. Personalmente, aprovecharé estos días para escuchar nuevamente "La Pasión según San Mateo" de Bach. Por ahora, la política puede esperar. ¡Felices vacaciones!
Fuente: El Heraldo de México