La caída en desgracia de "El Coyote Consentido": Un caso que estremece a Chiapas

La historia de Yudiel Flores Tovar, mejor conocido en el ciberespacio como "El Coyote Consentido", "RonaldFranco" o "Demon Blue", es un relato perturbador que nos recuerda la dualidad que puede esconderse tras la fachada digital. De ser un aparente defensor de la justicia social y crítico de la corrupción en Chiapas, pasó a convertirse en un símbolo de la depravación al ser condenado por delitos de pornografía infantil y violación equiparada. Su caso nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la verificación de la información y la necesidad de no idealizar figuras públicas sin un conocimiento profundo de sus acciones.

Inicialmente, Flores Tovar ganó popularidad en redes sociales denunciando la corrupción política en su estado natal. Sus videos, cargados de retórica incendiaria y acusaciones directas, resonaron con un sector de la población chiapaneca harta de la impunidad. Se presentaba como un paladín de la justicia, un vocero de los desamparados, participando activamente en movimientos sociales y cultivando una imagen de luchador incansable contra el sistema. Esta imagen, cuidadosamente construida, le permitió ganar seguidores y cierta influencia en la opinión pública local. Sin embargo, tras esta máscara de justiciero se escondía una realidad siniestra.

La investigación conjunta del FBI y la policía cibernética de Chiapas destapó la verdadera naturaleza de "El Coyote Consentido". En mayo de 2021, su detención en la frontera entre México y Guatemala reveló una faceta escalofriante: Flores Tovar era parte de una red internacional de pornografía infantil que operaba en la dark web desde 2011. Las pruebas encontradas en su poder, 23 videos y 176 imágenes de menores víctimas de explotación sexual, desmantelaron por completo la imagen que había proyectado durante años. El "defensor de los débiles" era, en realidad, un depredador que se aprovechaba de los más vulnerables.

El alias "Demon Blue", utilizado por Flores Tovar en la dark web, se convirtió en sinónimo de horror. El FBI emitió una ficha roja para su captura cuando aún se encontraba en territorio estadounidense, pero logró escapar a México, estableciéndose en Comitán, Chiapas. Allí, continuó con sus actividades ilícitas, traficando con migrantes y niños, según la fiscalía chiapaneca. Además, se hacía pasar por periodista para extorsionar a funcionarios públicos, utilizando sus habilidades en la creación de contenido audiovisual para difamar y obtener beneficios personales. Su incursión en la política local fue otro intento de legitimar su figura pública y encubrir sus crímenes.

La justicia finalmente alcanzó a Yudiel Flores Tovar. En enero de 2023, un juez de Comitán lo sentenció a 23 años y 9 meses de prisión por trata de personas en las modalidades de elaboración y difusión de pornografía infantil. En noviembre del mismo año, recibió una condena adicional de 28 años y 6 meses por violación equiparada y agravada contra una menor en San Cristóbal de las Casas. Más de medio siglo de prisión parecía una condena justa para los atroces delitos cometidos. Sin embargo, el 14 de abril de 2024, Flores Tovar fue hallado muerto en su celda del penal El Amate. Aunque se intentó simular un suicidio, las autoridades sospechan que fue asfixiado. Su muerte deja muchas preguntas sin respuesta y un profundo sentimiento de inquietud en la sociedad chiapaneca. El caso de "El Coyote Consentido" es una trágica lección sobre las mentiras que se pueden esconder tras las pantallas y la importancia de no confiar ciegamente en las apariencias.