La euforia del triunfo de Rayados sobre el América, un partido crucial para asegurar su lugar en la Liguilla y acercarse al Play-In, quedó rápidamente eclipsada por la tragedia. Un aparatoso accidente automovilístico a las afueras del Estadio BBVA, el imponente Gigante de Acero, dejó una estela de caos y preocupación. Siete vehículos involucrados, una carambola de metal y plástico, y el saldo más doloroso: cinco personas lesionadas, una de ellas una mujer que tuvo que ser trasladada de emergencia al hospital.

Las redes sociales, que momentos antes bullían con la victoria del equipo local, se convirtieron en un hervidero de imágenes impactantes y videos que documentaban la magnitud del siniestro. Un retorno prohibido, una decisión imprudente al volante, y la cadena de colisiones se desató de manera inevitable. Los primeros reportes, amplificados por la inmediatez de las plataformas digitales, hablaban de un vehículo a exceso de velocidad como detonante del choque, un impacto que proyectó a uno de los autos contra un grupo de personas que esperaban pacientemente para cruzar la avenida Pablo Livas, en Guadalupe.

Las imágenes son estremecedoras: un auto plateado con el costado destrozado, un KIA con la parte frontal irreconocible, ambulancias con las sirenas aullando mientras los paramédicos atienden a los heridos, tanto a los que quedaron atrapados en los vehículos como a los que fueron atropellados. La incertidumbre se cierne sobre el estado de salud de la mujer trasladada al hospital, a la espera de un comunicado oficial que arroje luz sobre la identidad de las víctimas y la gravedad de sus lesiones.

Este lamentable suceso se suma a una serie de incidentes que han empañado la imagen del Gigante de Acero en los últimos días. Apenas diez días atrás, el estadio fue escenario de disturbios y peleas durante otro encuentro futbolístico, con denuncias de agresión por parte del personal de seguridad contra los aficionados. Una sombra de violencia que contrasta con la pasión que debería reinar en un espacio dedicado al deporte.

La preocupación se extiende más allá de la inmediatez del accidente. El Estadio BBVA es una de las tres sedes elegidas para albergar la Copa del Mundo de 2026, un evento de talla internacional que exige no solo instalaciones impecables, sino también un entorno seguro y una reputación intachable. Este accidente pone en relieve la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y control en los alrededores del estadio, especialmente en días de alta afluencia de público. La investigación en curso deberá determinar las responsabilidades y sentar las bases para prevenir futuros incidentes. Mientras tanto, la comunidad regiomontana espera con ansias noticias sobre la recuperación de los heridos y reflexiona sobre la importancia de la prudencia al volante, un llamado a la conciencia que resuena con fuerza tras esta tragedia. La alegría del fútbol no debe teñirse de dolor.