17 de abril de 2025 a las 06:25
Arte, justicia y color en Tepito con Mónica Güicho
Tepito, un barrio históricamente estigmatizado, vibró ayer con la energía del arte y la esperanza de una justicia más cercana. No fueron las usuales noticias de crónica roja las que resonaron en sus calles, sino los ecos de la música, el color vibrante de los murales y la voz firme de Mónica Güicho, candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien se adentró en el corazón de la comunidad para escuchar, dialogar y comprender.
El martes, día en que Tepito se transforma en una galería al aire libre, acogió a Güicho en un ambiente festivo y reivindicativo. Lejos de los fríos protocolos de los tribunales, la candidata caminó codo a codo con los vecinos, se detuvo a admirar las obras de arte que brotan de las paredes y escuchó atentamente las historias que se tejen en cada esquina. No fue un discurso pre-fabricado, sino un intercambio genuino, un reconocimiento a la fuerza creativa que palpita en este emblemático barrio.
"En cada trazo, en cada canción, en cada paso de baile, hay una exigencia legítima: justicia, dignidad y presencia", fueron las palabras de Güicho, resonando con la fuerza de un compromiso real. No se limitó a observar, sino que se involucró, participando en el diálogo abierto con la comunidad, demostrando que la justicia no se construye desde la distancia, sino desde la cercanía, desde la comprensión de las realidades que a menudo son ignoradas.
La presencia de Mónica Güicho en Tepito no fue un acto aislado, una simple fotografía para la campaña. Fue una declaración de principios, una apuesta por una justicia sensible a las necesidades del pueblo, una justicia que no se limita a aplicar la ley, sino que busca la equidad y la reparación. Su recorrido por las calles, rodeada de artistas, vecinos y representantes de colectivos como ArtePito y Tepito Zona de Arte, simboliza la unión entre el arte y la justicia, dos fuerzas transformadoras que pueden construir un país más justo e incluyente.
La imagen de Güicho conviviendo con los artistas locales, admirando los murales que narran historias de resistencia y participando en las actividades comunitarias, contrasta con la imagen tradicional de una figura jurídica distante y protocolaria. Su presencia en Tepito es un soplo de aire fresco, una señal de que la justicia puede ser accesible, humana y comprometida con las realidades del pueblo.
Este encuentro, en el marco del Día Mundial del Arte, trasciende lo anecdótico. Se convierte en un símbolo de la lucha por una sociedad más justa, donde la voz de todos, incluso la de los barrios históricamente marginados, sea escuchada y tenida en cuenta en las más altas instancias. El arte, en este contexto, no es solo una forma de expresión, sino una herramienta poderosa para la transformación social, un puente que conecta la realidad de Tepito con la aspiración de una justicia verdaderamente para todos. La visita de Mónica Güicho deja una semilla de esperanza: la esperanza de que el arte y la justicia puedan caminar de la mano para construir un futuro más digno y un país más equitativo.
Fuente: El Heraldo de México