La lucha contra el crimen organizado continúa dando frutos en México. Las recientes acciones coordinadas del Gabinete de Seguridad, llevadas a cabo el 15 de abril de 2025, demuestran el compromiso inquebrantable del gobierno con la seguridad de la ciudadanía. Desde Durango hasta Veracruz, pasando por Guerrero, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, la presencia de las fuerzas del orden ha resultado en importantes detenciones, cateos y aseguramientos de armas de fuego y diversos tipos de droga. Estos operativos, parte integral de la Estrategia Nacional de Seguridad, se enfocan en cuatro ejes fundamentales: la atención a las causas que originan la violencia, la consolidación de la Guardia Nacional como una fuerza de seguridad eficaz, el fortalecimiento de la inteligencia e investigación para anticipar y neutralizar las actividades criminales, y la coordinación estrecha con las entidades federativas para una respuesta unificada y contundente.

Aunque los reportes del 15 de abril no detallan las acciones específicas en Baja California, Colima y Guanajuato, es importante destacar que la estrategia de seguridad abarca todo el territorio nacional. La omisión de detalles específicos en el informe no implica inactividad, sino que puede obedecer a cuestiones estratégicas de seguridad o a la naturaleza misma de las operaciones en curso. En el complejo entramado de la lucha contra el crimen, la discreción y la precisión son vitales para alcanzar los objetivos planteados.

Más allá de los operativos puntuales, la lucha contra el narcotráfico se libra en varios frentes. La destrucción de plantíos de amapola y marihuana en Chihuahua, Sinaloa, Durango, Guerrero y Oaxaca representa un golpe significativo a las finanzas de las organizaciones criminales. Inhabilitar laboratorios clandestinos, como el detectado en Sinaloa, corta de raíz la producción de drogas sintéticas, minimizando su impacto devastador en la sociedad. La incautación de precursores químicos, reactores, condensadores y otros equipos esenciales para la elaboración de drogas, demuestra la efectividad de los trabajos de inteligencia y la capacidad operativa de las fuerzas del orden. Estos golpes, que se traducen en una afectación económica millonaria para los cárteles, deben celebrarse como victorias en esta batalla constante.

El combate al robo de hidrocarburos, una de las actividades ilícitas que más daño causa a la economía nacional, también ha registrado avances importantes. La localización de tomas clandestinas en Hidalgo, Jalisco y Querétaro, así como el desmantelamiento de un centro de almacenamiento y distribución de combustible robado en Celaya, Guanajuato, son prueba del compromiso del gobierno por erradicar este delito. La colaboración entre la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Seguridad Física de PEMEX ha sido clave para estos logros, demostrando la importancia del trabajo conjunto entre instituciones.

Finalmente, la lucha contra las máquinas tragamonedas ilegales, que a menudo sirven como fachada para actividades ilícitas y contribuyen a la proliferación de la ludopatía, continúa dando resultados. El aseguramiento de estas máquinas en Sonora, sumado a las incautadas previamente, refleja el compromiso de las autoridades por combatir esta forma de delincuencia. Es fundamental recordar que la seguridad es una tarea compartida y que la denuncia ciudadana es una herramienta poderosa para combatir la impunidad y construir un México más seguro.