
16 de abril de 2025 a las 04:10
México desafía la presión de EEUU: Industria automotriz se mantiene firme.
La industria automotriz mexicana se encuentra en un momento de tensión e incertidumbre ante la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos. Sin embargo, lejos de sucumbir a la presión, el sector se mantiene firme, mostrando una resiliencia admirable. No se han registrado cierres ni abandonos por parte de las grandes armadoras, lo que demuestra la solidez y el compromiso de la industria con México. Si bien el panorama es complejo, las empresas del sector automotriz están lejos de rendirse.
El arancel del 25% a la importación de vehículos, impuesto por la administración Trump, afecta a prácticamente todos los países exportadores, con la excepción de China, que enfrenta un arancel aún más desproporcionado del 145%. Esta medida proteccionista genera un clima de inestabilidad en el comercio internacional y pone en riesgo la integración económica de la región. A pesar de ello, México se mantiene como un actor clave en la industria automotriz global.
Aunque se han difundido rumores sobre posibles traslados de producción, como en el caso de Honda, estas informaciones han sido desmentidas. Las armadoras presentes en México reafirman su compromiso con el país, lo que demuestra la confianza en la mano de obra calificada, la infraestructura y la posición estratégica de México en el mercado norteamericano. No se han registrado decisiones de paro o cierre definitivo en ninguna de las plantas operativas en el país, lo que confirma la estabilidad del sector.
Si bien algunas compañías han realizado ajustes temporales en sus líneas de producción, estos se deben principalmente a factores como el periodo vacacional y la gestión de inventarios, y no a una respuesta directa a los aranceles. La industria se adapta a las nuevas circunstancias, buscando optimizar sus procesos y minimizar el impacto económico. Es importante destacar que, a pesar de las dificultades, el interés por invertir en México se mantiene. Nuevas marcas, como BYD, han expresado su interés en el país, aunque aún no se han concretado inversiones.
El contexto actual, marcado por las políticas proteccionistas, dificulta la toma de decisiones de inversión en Norteamérica. Sin embargo, la industria automotriz mexicana confía en que se pueda llegar a un nuevo acuerdo comercial que beneficie a los tres países de la región. Una revisión del T-MEC, en particular en lo que respecta a la regla de origen, podría ser la clave para potenciar la producción automotriz en Norteamérica y evitar las restricciones arancelarias.
Las consecuencias de los aranceles no solo afectan a los productores, sino también a los consumidores estadounidenses, quienes ya están resintiendo el encarecimiento de los vehículos. Esta presión por parte de los consumidores podría impulsar un cambio en la política comercial de Estados Unidos.
A pesar del escenario adverso, la industria automotriz mexicana se muestra optimista y confía en su capacidad de adaptación. Se prevén ajustes en las líneas de producción en toda la región de Norteamérica, con el objetivo de optimizar la cadena de suministro y minimizar el impacto económico. La industria se prepara para enfrentar los retos y seguir contribuyendo al desarrollo económico del país.
Fuente: El Heraldo de México