
16 de abril de 2025 a las 18:05
¿Meteorito o auto? El misterio de la explosión.
La madrugada nos sorprendió con un estruendo que resonó en la Ciudad de México y el Estado de México, despertando la curiosidad y la inquietud de miles de habitantes. Un sonido similar a una explosión, que retumbó en los cristales y se propagó por el Valle de México, generó una ola de especulaciones en redes sociales, donde la palabra “meteorito” se convirtió rápidamente en tendencia. ¿Qué fue lo que realmente sucedió?
El geólogo Alejandro S. Méndez, egresado del prestigioso Instituto Politécnico Nacional (IPN) y reconocido investigador de la falla de Mixcoac-Plateros, ofrece una explicación que apunta a un fenómeno fascinante y a la vez, un recordatorio de la poderosa fuerza de la naturaleza: un bólido. Según Méndez, una roca espacial, posiblemente del tamaño de un automóvil compacto, ingresó a la atmósfera terrestre a una velocidad extraordinaria. La fricción generada por el contacto con las capas superiores de la atmósfera provocó su desintegración y una explosión equivalente a varias toneladas de TNT, lo que explica el sonido que perturbó el sueño de tantos.
Si bien muchos lo han denominado meteorito, el término preciso es bólido. Un meteorito es lo que queda de un meteoroide –la roca espacial original– después de atravesar la atmósfera e impactar contra la superficie terrestre. En este caso, la explosión en la alta atmósfera sugiere que la roca se desintegró por completo, sin dejar rastros visibles en el suelo. Este tipo de eventos, aunque impactantes, son más comunes de lo que pensamos. La Tierra es constantemente bombardeada por pequeños fragmentos de roca espacial, la mayoría de los cuales se desintegran sin causar daño alguno.
Sin embargo, el evento de esta madrugada sirve como una importante llamada de atención. Como señala el geólogo Méndez, estas explosiones, aunque la roca no llegue a impactar directamente contra la superficie, pueden generar consecuencias. Imagine la onda expansiva de una explosión de tal magnitud cerca de una zona poblada. Podría causar daños en infraestructuras, romper cristales e incluso, en casos extremos, provocar lesiones.
La investigación continúa, y las autoridades aún no han emitido un comunicado oficial. Mientras tanto, la comunidad científica, representada por expertos como Alejandro S. Méndez, nos ofrece una valiosa interpretación de los hechos, basada en el conocimiento científico y la experiencia. Su análisis nos permite comprender mejor la dinámica de nuestro planeta y su interacción con el espacio, al tiempo que nos recuerda la importancia de estar preparados ante la imprevisibilidad de los fenómenos naturales. Estaremos atentos a las actualizaciones de las autoridades y a las investigaciones en curso, para seguir informando sobre este evento que, sin duda, nos invita a reflexionar sobre nuestra vulnerabilidad y la grandeza del universo que nos rodea.
Fuente: El Heraldo de México