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16 de abril de 2025 a las 16:45

Despeja tus dudas: ¿bólido, meteoro o meteorito?

La madrugada del miércoles nos sorprendió con un estruendo que resonó en la Ciudad de México y el Estado de México, despertando la curiosidad y la incertidumbre de miles de habitantes. Las redes sociales se inundaron de preguntas: "¿Qué fue ese ruido?", "¿Una explosión?", "¿Algo cayó del cielo?". Las cámaras de seguridad captaron el momento, mostrando un destello fugaz que iluminó el cielo nocturno. Algunos testigos describieron la sensación de una vibración, como si algo pesado hubiera impactado cerca, aunque no se reportaron daños.

El misterio se profundiza ante la falta de una explicación oficial inmediata. Mientras las autoridades y la UNAM guardan silencio, la asociación Sismo Alerta Mexicana, a través de sus propios instrumentos, ofrece una posible respuesta: un bólido. Según esta organización, el estruendo y el destello corresponderían a la explosión de un bólido a una altitud considerable, generando una onda acústica detectable incluso por sismógrafos.

Pero, ¿qué es exactamente un bólido y cómo se diferencia de un meteorito o un meteoro? El doctor Raúl Gutiérrez Zalapa, experto del Laboratorio de Ciencias Geoespaciales de la ENES Morelia, nos ilumina con su conocimiento. Nos explica que los bólidos son rocas espaciales, vestigios del origen del Sistema Solar, que vagan por el espacio interplanetario. Algunas de estas rocas comparten órbitas similares a la de la Tierra, lo que aumenta las probabilidades de un encuentro cercano.

Por otro lado, los meteoritos son fragmentos desprendidos de colisiones entre asteroides. Estos fragmentos, al entrar en la atmósfera terrestre, pueden sobrevivir a la fricción y llegar a impactar la superficie de nuestro planeta. Imaginemos la energía liberada en ese impacto, un evento capaz de dejar una huella indeleble en la historia geológica.

Finalmente, los meteoros, a diferencia de los meteoritos, se desintegran completamente al entrar en la atmósfera. Son esos destellos fugaces que conocemos como "estrellas fugaces", un espectáculo breve pero fascinante que nos recuerda la constante interacción de la Tierra con el cosmos. En este caso, la intensidad del fenómeno sugiere un bólido, una roca de mayor tamaño que un meteoro común, capaz de generar una onda expansiva perceptible.

La incertidumbre aún persiste. ¿Se confirmará la hipótesis del bólido? ¿Qué tamaño tenía la roca espacial? ¿A qué distancia exacta explotó? Estas son algunas de las preguntas que esperan respuesta. Mientras tanto, el evento nos recuerda la inmensidad del universo y la fragilidad de nuestro planeta, un pequeño punto azul en la vastedad del cosmos, constantemente expuesto a las maravillas y los peligros del espacio exterior. Este evento, sin duda, despierta el interés por la ciencia y la investigación espacial, impulsando la necesidad de comprender mejor los fenómenos que ocurren más allá de nuestra atmósfera. La búsqueda de respuestas continúa, y cada nuevo descubrimiento nos acerca un poco más a la comprensión de nuestro lugar en el universo.

Fuente: El Heraldo de México