
16 de abril de 2025 a las 08:00
Comisario de Teocaltiche cae en ataque directo
La sombra de la violencia se cierne nuevamente sobre Teocaltiche, Jalisco, dejando tras de sí un rastro de dolor e indignación. El brutal asesinato del comisario Ramón Grande Moncada, de 53 años, ha conmocionado a la comunidad y reabierto las heridas de una región que lleva meses clamando por paz y seguridad. El ataque, perpetrado a sangre fría mientras el comisario circulaba en compañía de su esposa, la tarde del 15 de abril, ha encendido las alarmas y puesto en evidencia la fragilidad de la seguridad en el municipio. La imagen de un grupo armado abriendo fuego contra el vehículo del comisario, en pleno cruce de las calles Niños Héroes y del Panteón, en la colonia San Martín, es un crudo recordatorio de la violencia que se ha enquistado en la zona.
La esposa del comisario, también víctima del ataque, fue trasladada a un hospital, y aunque se desconoce su estado actual, la angustia y la incertidumbre se apoderan de sus familiares y amigos. Mientras tanto, los responsables del atentado huyeron a bordo de una camioneta, perdiéndose en la impunidad que, lamentablemente, se ha vuelto demasiado común en estos casos.
Este trágico suceso no es un hecho aislado. Desde hace tres meses, la comisaría de Teocaltiche se encuentra bajo el control de la Policía Estatal, la Guardia Nacional y el Ejército, una medida implementada ante la escalada de violencia en el territorio. Recientemente, el secretario de Seguridad Estatal, Juan Pablo Hernández, advirtió sobre la peligrosidad de devolver el mando al Ayuntamiento, dada la persistencia del clima de inseguridad. El asesinato del comisario Grande confirma, de la manera más dolorosa, la gravedad de la situación y la necesidad de acciones contundentes para frenar la ola de violencia.
Ante la tragedia, el ayuntamiento de Teocaltiche ha alzado la voz a través de un comunicado en redes sociales, exigiendo justicia y un alto a la impunidad. El clamor de “¡Basta ya de muertes! ¡Basta ya del sufrimiento de nuestras familias! ¡Basta de ser ignorados!”, refleja la desesperación de una comunidad cansada de vivir bajo el yugo del miedo y la violencia. Las palabras del comunicado son un grito desgarrador que exige a los gobiernos estatal y federal asumir su responsabilidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La exigencia de las autoridades locales no se limita a un simple llamado a la paz. Es una demanda de justicia, de protección y de respuestas claras y contundentes ante la situación de violencia que azota la región. No se trata de privilegios, sino del derecho fundamental a vivir en paz y seguridad, un derecho que les ha sido arrebatado a los habitantes de Teocaltiche. La indiferencia, como bien señalan en su comunicado, también es violencia.
Teocaltiche no está solo. La comunidad se levanta unida, con la dignidad y la fuerza de quienes se niegan a rendirse ante la adversidad. Es hora de que las autoridades escuchen su clamor y actúen con la firmeza y la determinación que la situación exige. La paz y la seguridad no pueden esperar más.
Fuente: El Heraldo de México