
15 de abril de 2025 a las 20:25
¡Locura en la México-Toluca!
La impunidad ruge en el asfalto. Un video, crudo y aterrador, ha sacudido las redes sociales, mostrando la violencia desatada de unos individuos que, parapetados en la burbuja de su vehículo de lujo, decidieron sembrar el pánico en la autopista México-Toluca. Disparos al aire, la prepotencia del poder y el miedo reflejado en las luces de freno de los demás conductores. Un escenario que, lamentablemente, nos recuerda la fragilidad de nuestra seguridad y la audacia de quienes se creen por encima de la ley.
La escena, grabada desde el interior de un vehículo testigo, congela la sangre. El tráfico denso, el avance lento y, de repente, la irrupción de una BMW blanca, impaciente, cegada por la prepotencia. Las luces altas, un intento fallido de intimidación, dan paso a un acto de barbarie: un brazo asoma por la ventana, empuñando un arma de fuego. Los disparos rompen el silencio, el miedo se propaga como una onda expansiva y los demás conductores, convertidos en rehenes de la situación, ceden el paso. La huida, rápida y arrogante, deja un reguero de indignación y preguntas sin respuesta.
¿Quiénes son estos individuos que se creen con el derecho de aterrorizar a sus conciudadanos? ¿Qué clase de mentalidad justifica el uso de la violencia para saltarse un atasco? La impunidad con la que se desvanecen en el horizonte nos deja un sabor amargo, una sensación de vulnerabilidad que nos obliga a cuestionar la eficacia de nuestros sistemas de seguridad.
La respuesta de las autoridades, hasta el momento, ha sido un eco en el vacío. CAPUFE, lavandose las manos, se limita a redireccionar la responsabilidad a la Guardia Nacional, argumentando que el tramo en cuestión no está bajo su jurisdicción. Una respuesta burocrática que no calma la indignación ni ofrece soluciones. Mientras tanto, el video sigue circulando, alimentando la conversación en redes sociales, convirtiéndose en un símbolo de la violencia que acecha en nuestras carreteras.
La autopista México-Toluca, una arteria vital para miles de personas, se ha convertido en escenario de una película de terror. La falta de una respuesta contundente por parte de las autoridades deja un peligroso precedente. ¿Qué mensaje estamos enviando a la sociedad? ¿Que la violencia y la impunidad son el camino?
Exigimos acciones, no palabras. Exigimos justicia, no evasivas. La seguridad de los ciudadanos no puede ser negociable. Es hora de que las autoridades asuman su responsabilidad y den una respuesta contundente a este acto de barbarie. No podemos permitir que el miedo se apodere de nuestras carreteras. No podemos permitir que la impunidad triunfe.
Fuente: El Heraldo de México