La controversia en torno al "nepotismo" en el mundo del espectáculo sigue dando de qué hablar, y ahora la icónica Susana Zabaleta se une al debate, defendiendo con fiereza la independencia y el trabajo duro de sus hijos, Matías y Elisabetha Gruener. En una declaración llena de pasión y orgullo maternal, Zabaleta desmiente categóricamente que sus hijos sean "nepo babies", término que se ha popularizado para referirse a aquellos que se benefician de las conexiones familiares para ascender en la industria.

"Mis hijos se han labrado su propio camino, desde abajo, sin mi intervención," afirma Zabaleta, con la vehemencia que la caracteriza. "Admiro profundamente su determinación y me duele cuando se les critica injustamente." La cantante y actriz, conocida por su franqueza y su personalidad arrolladora, no duda en destacar los esfuerzos de Matías y Elisabetha por construir sus carreras con base en su talento y perseverancia.

Matías, hijo adoptivo de Zabaleta, se ha ganado el reconocimiento por su dedicación a la música y la actuación. Se le ha visto presentándose en espacios públicos, como el metro de la Ciudad de México, y en diversas universidades, demostrando su pasión por conectar con el público de manera directa y sin pretensiones. “Él sí canta en el metro, él sí va a las universidades, él sí se parte la madre,” enfatiza Zabaleta, resaltando el compromiso de Matías con su arte y su humildad para empezar desde la base. "No nació en un programa de Televisa, él sí salió de abajo, y eso para mí es muy respetable."

Elisabetha, por su parte, se ha enfocado en su carrera como actriz, participando en diversas obras de teatro en la capital mexicana. Al igual que su hermano, ha rechazado cualquier tipo de favoritismo derivado de la fama de su madre. "Mi hija Elisabetha odia ser 'nepo baby'," confiesa Zabaleta. "Odia cuando le digo, 'oye mijita, ¿no quieres que le diga a…?'. Y ella me responde: '¡No, mamá, no se te ocurra!'" Esta anécdota revela la firme convicción de Elisabetha de forjar su propio destino, sin depender de las influencias maternas.

La postura de Zabaleta nos invita a reflexionar sobre la complejidad del debate en torno al "nepotismo". Si bien es cierto que las conexiones familiares pueden abrir puertas, el talento y el trabajo duro son fundamentales para consolidar una carrera a largo plazo. En el caso de Matías y Elisabetha, su decisión de construir su propio camino, lejos de la sombra de su famosa madre, demuestra su compromiso con el arte y su deseo de ser reconocidos por sus propios méritos. Su perseverancia y su negativa a ser etiquetados como "nepo babies" son un testimonio de su integridad artística y su deseo de ganarse un lugar en la industria por su propio esfuerzo. La defensa apasionada de Susana Zabaleta no solo resalta el talento de sus hijos, sino que también nos invita a cuestionar las etiquetas fáciles y a valorar el trabajo duro y la dedicación de quienes buscan alcanzar sus sueños, con o sin la ayuda de un apellido famoso. El futuro dirá si Matías y Elisabetha Gruener logran consolidarse como figuras importantes en el mundo del espectáculo. Lo que está claro es que, con su talento y su determinación, tienen el potencial para hacerlo.