
15 de abril de 2025 a las 16:45
Desayuno con tamales y atole: ¿saludable o no?
El aroma a maíz y especias flotando en el aire matutino, la promesa de un tamal calientito y un atole humeante para comenzar el día… una escena cotidiana en las calles de la Ciudad de México. Pero, ¿qué hay detrás de esta tradición culinaria tan arraigada? Si bien el guajolocombo es una opción rápida y económica, es crucial analizar su impacto en nuestra salud.
Imaginemos la escena: las prisas de la mañana, el tráfico, la necesidad de algo rápido y sustancioso. El tamal y el atole se presentan como la solución perfecta. Sin embargo, ese desayuno aparentemente inofensivo puede convertirse en un enemigo silencioso para nuestro bienestar. Según el ISSSTE, un solo guajolocombo puede aportar hasta 909 calorías, casi la mitad de la ingesta diaria recomendada para muchas personas. Es una bomba calórica compuesta principalmente de grasas saturadas y azúcares, ingredientes que, en exceso, pueden desencadenar problemas de salud a largo plazo.
No se trata de demonizar el tamal y el atole, sino de consumirlos con moderación y consciencia. Pensemos en la fibra, ese componente esencial para una buena digestión que brilla por su ausencia en este combo. Una dieta baja en fibra puede provocar estreñimiento y dificultar el mantenimiento de un peso saludable. Además, el exceso de calorías puede contribuir al sobrepeso y la obesidad, factores de riesgo para enfermedades como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Es importante destacar que las necesidades calóricas varían de persona a persona. Factores como la edad, el sexo, el nivel de actividad física y la presencia de enfermedades preexistentes influyen en la cantidad de energía que nuestro cuerpo necesita. Por ello, es fundamental consultar a un profesional de la salud o a un nutricionista para determinar un plan de alimentación personalizado.
El llamado del ISSSTE a una alimentación saludable no implica renunciar a nuestras tradiciones culinarias, sino adaptarlas a un estilo de vida más equilibrado. Un desayuno óptimo debe ser rico en nutrientes y proporcionar la energía necesaria para afrontar el día. Frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y lácteos bajos en grasa son algunos de los componentes que deberían estar presentes en nuestra primera comida.
¿Qué alternativas existen al guajolocombo? Un plato de fruta con yogur y granola, unos huevos revueltos con espinacas y pan integral, o un licuado de frutas con avena y proteína en polvo son opciones deliciosas y nutritivas. La clave está en la variedad y el equilibrio. No se trata de prohibir, sino de educar y concientizar sobre la importancia de una alimentación saludable para disfrutar de una vida plena y energética. El cambio comienza con pequeñas decisiones, como elegir un desayuno que nos nutra de verdad. Recuerda, la salud es una inversión, no un gasto.
Fuente: El Heraldo de México