La escalofriante historia del asesinato de Magalí Levy, una joven madre de 28 años, ha conmocionado a la comunidad. Las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio donde residía con su familia han revelado los movimientos fríos y calculados de los criminales involucrados en este terrible acto. En el video, se observa la llegada de Diana González, quien se presentó bajo el falso nombre de Emilse Alegre, fingiendo ser una empleada doméstica recomendada por una amiga de Magalí. Esta recomendación, surgida de una inocente solicitud de ayuda en un grupo de Whatsapp, se convirtió en la puerta de entrada a una pesadilla.

Lo que parecía ser una simple búsqueda de ayuda doméstica se transformó en una trama macabra orquestada por "Los Sampedranos", un violento grupo criminal al que pertenece González. Su misión no era limpiar la casa, sino realizar un reconocimiento del lugar, identificando objetos de valor como la caja fuerte que posteriormente sería uno de los objetivos del robo. La frialdad con la que González se desenvolvía en el edificio, haciéndose pasar por una trabajadora inocente, contrasta con la oscuridad de sus verdaderas intenciones.

El video también muestra la llegada de un cómplice, quien con astucia y engaño logró burlar la seguridad del edificio. Aprovechando la amabilidad de una vecina de la tercera edad, el hombre se identificó falsamente como residente del edificio, ganándose su confianza y logrando acceder al interior. La ingenuidad de la anciana, quien creyó estar hablando con un vecino, facilitó el acceso del criminal y contribuyó al desarrollo del plan. La precisión con la que ambos criminales se mueven, entrando y saliendo del edificio alrededor de las 13:30 horas del fatídico 7 de marzo, sugiere una planificación previa y una coordinación meticulosa.

La investigación policial ha logrado la detención de Elcira Giménez González, quien recomendó a la falsa empleada doméstica, y su esposo Sixto Amarilla. Sin embargo, la principal sospechosa, Diana González, junto con otros dos cómplices, permanece prófuga de la justicia. La búsqueda continúa, mientras la comunidad se aferra a la esperanza de que los responsables de este cruel asesinato sean capturados y llevados ante la justicia.

Más allá del robo, las autoridades investigan la posible conexión del asesinato con un oscuro ritual. Se presume que Magalí fue amordazada, atada y torturada antes de ser asesinada en un ritual que, según informes, involucró a un brujo en Paraguay. Este escalofriante detalle añade una capa de horror al caso y plantea interrogantes sobre las motivaciones que se esconden detrás de este crimen. ¿Fue el robo la única razón, o existían otros motivos más siniestros? La investigación continúa, buscando respuestas y justicia para Magalí y su familia. La sombra de la incertidumbre y el dolor se cierne sobre la comunidad, mientras esperan que la verdad salga a la luz y los responsables de este atroz acto paguen por sus crímenes. La historia de Magalí Levy sirve como un recordatorio de la vulnerabilidad que enfrentamos en nuestra sociedad y la importancia de estar alerta ante posibles engaños y manipulaciones.