La partida de Silvia Pinal, un ícono indiscutible del Cine de Oro Mexicano, continúa resonando en el corazón del país. A poco más de cuatro meses de su fallecimiento, su recuerdo permanece vivo no solo en la memoria colectiva, sino también, al parecer, en el plano terrenal. Una anécdota reciente, narrada por el actor y productor Iván Cochegrus, íntimo amigo de la diva, ha avivado la llama de la leyenda que rodea a la gran actriz.

Según relata Cochegrus, durante una visita al panteón el 28 de marzo, con motivo del cuarto mes del fallecimiento de Pinal, él y Efigenia Ramos, quien fuera la asistente personal de la actriz, vivieron una experiencia inusual. Mientras adornaban la cripta con flores, un fuerte golpe proveniente del interior de la estructura los sobresaltó. "Nos dio el susto de nuestra vida", confesó Cochegrus a la prensa.

El estruendo, según el relato, se originó en la parte inferior de la cripta familiar, donde descansan los restos del padre de Silvia Pinal, su hija Viridiana y otros miembros de la familia. En ese momento, Cochegrus y Ramos se encontraban decorando el lugar con flores naturales y artificiales, con la intención, según palabras de Ramos, "de que siempre se viera con vida". El repentino ruido interrumpió la tarea, dejando a ambos con una sensación de asombro y escalofrío.

Ante la insistencia de los medios, Cochegrus detalló la secuencia de los hechos: la colocación de un rehilete, un objeto que a Pinal le encantaba, la continuación de la limpieza y, de pronto, el impactante "¡zas!" proveniente de la cripta. La descripción del sonido como un golpe fuerte y claro deja entrever la intensidad del momento. Aunque no hubo una manifestación visual, la convicción de Cochegrus de que se trataba de una señal de la propia Silvia Pinal es firme. "Yo sí le dije: 'señora Pinal no nos espante', pero yo sé que fue ella, porque fue muy notorio", afirmó.

A pesar del susto, Cochegrus y Ramos continuaron con su homenaje, llenando la cripta de flores y rezando junto a los restos de la actriz. Lejos de amedrentarlos, la experiencia parece haber reforzado el vínculo con la memoria de Pinal. "Lo importante es no dejar de ir a verla porque yo la sigo sintiendo cada día y cada noche", declaró Cochegrus, evidenciando la profunda huella que la diva dejó en su vida.

La anécdota, narrada con la emotividad propia de quien recuerda a un ser querido, ha generado diversas reacciones. Algunos la interpretan como una muestra del carácter jocoso y travieso que siempre caracterizó a Silvia Pinal, incluso en el más allá. Otros, más escépticos, atribuyen el ruido a causas naturales o a la sugestión propia del ambiente. Sea cual sea la explicación, la historia contribuye a mantener viva la leyenda de Silvia Pinal, una figura que trascendió la pantalla para convertirse en un símbolo de la cultura mexicana. Su recuerdo, al parecer, sigue presente, susurrando entre las flores y las sombras de su última morada. Un recordatorio, quizás, de que las grandes estrellas nunca se apagan del todo.