En un mundo en constante transformación, donde las alianzas geopolíticas se redibujan a un ritmo vertiginoso, la unión entre Europa y América Latina se presenta no solo como una opción deseable, sino como una necesidad estratégica. El diputado Haces Barba ha puesto el dedo en la llaga al destacar la importancia de estrechar los lazos históricos y culturales que unen a ambos continentes, frente a un panorama global cada vez más competitivo. No podemos permitirnos la inacción, la complacencia o la miopía política. Mientras otras potencias, con una visión clara y pragmática, avanzan con paso firme en la construcción de alianzas estratégicas en América Latina, Europa corre el riesgo de perder la influencia que históricamente ha ejercido en la región.

La interdependencia económica y comercial entre Europa y América Latina es innegable. Las cifras hablan por sí solas: Europa es el tercer socio comercial de América Latina, y el primero en inversión extranjera directa. Juntos, ambos continentes representan una porción significativa de la población mundial y del PIB global. Sin embargo, el potencial de crecimiento es aún mayor. Imaginemos las posibilidades si logramos una mayor convergencia regulatoria, facilitando el intercambio comercial y la inversión. El diputado Haces Barba ha señalado, con acierto, que el comercio bilateral podría incrementarse hasta un 70%, generando empleos, impulsando la innovación y creando oportunidades para las nuevas generaciones.

La modernización del acuerdo global entre México y Europa es un paso en la dirección correcta, abriendo las puertas a sectores clave como el agroalimentario, los servicios y el comercio digital. El dinamismo de la economía mexicana, bajo el liderazgo de la presidenta Sheinbaum, se presenta como un terreno fértil para la cooperación y el crecimiento conjunto. No se trata simplemente de aumentar las cifras de comercio e inversión, sino de construir una alianza estratégica basada en valores compartidos, en el respeto mutuo y en la búsqueda de un futuro próspero para ambas regiones.

El llamado del diputado Haces Barba a la unidad no es un mero discurso retórico, sino una invitación a la acción. Es un llamado a aprovechar la oportunidad histórica que se nos presenta para construir un nuevo orden global, un orden basado en la cooperación, la solidaridad y el desarrollo sostenible. Un orden donde la voz de América Latina y Europa se escuche con fuerza en el concierto de las naciones. La historia nos ha demostrado que cuando América Latina y Europa caminan juntas, el mundo avanza. Es hora de reafirmar nuestros lazos, de superar las diferencias y de construir un futuro compartido. El tiempo apremia y la responsabilidad es de todos.