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14 de abril de 2025 a las 12:05

Erika Montoya: Un Legado Imprescindible

Erika Montoya, una figura icónica en el periodismo deportivo mexicano, ha labrado su carrera a base de golpes, no dentro del ring, sino a pie de él, capturando la esencia del boxeo con una pasión inquebrantable. Recientemente galardonada como la Mejor Periodista del Año por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), su trayectoria es un testimonio de perseverancia en un mundo tradicionalmente dominado por hombres. Con más de 23 años de experiencia y más de 400 peleas de campeonato mundial cubiertas, "La Kika", como la llaman cariñosamente, se ha convertido en una voz autorizada en el pugilismo, un logro aún más notable considerando la escasa visibilidad que se les otorga a los reporteros, especialmente a las mujeres, dentro de este deporte.

Este reconocimiento no es fruto de la casualidad, sino de la dedicación incansable de una periodista que se sumergió en el mundo del boxeo desde sus cimientos. Sus inicios, humildes pero llenos de aprendizaje, junto al legendario José Sulaimán, forjaron su carácter y la dotaron de una visión única. Recuerda con gratitud cómo Sulaimán, una figura clave en su desarrollo profesional, la guió y le brindó las herramientas necesarias para desenvolverse en un ambiente que, en aquel entonces, miraba con recelo la presencia femenina. “Él me tuvo que explicar todo”, recuerda Erika, destacando la paciencia y el apoyo incondicional que recibió del expresidente del CMB, quien la impulsó a prepararse y a ganarse su lugar, no como una mujer en el boxeo, sino como una periodista de renombre.

En una época donde las mujeres apenas comenzaban a abrirse camino en el periodismo deportivo, Erika Montoya se enfrentó a la resistencia y a la incomprensión, demostrando con su trabajo la valía de la perspectiva femenina en la narrativa del boxeo. A pesar de los obstáculos, se mantuvo firme en su pasión, aprendiendo los entresijos del deporte, desde los golpes técnicos hasta las historias humanas que se tejen detrás de cada combate. Su dedicación 24/7, una rareza incluso en la actualidad, la ha convertido en una testigo privilegiada de la evolución del boxeo en las últimas dos décadas.

La satisfacción que emana de Erika no se limita al reconocimiento profesional, sino que se extiende a la profunda conexión que ha forjado con el deporte. El boxeo, más que una disciplina, se ha convertido en una parte integral de su ser, moldeando su personalidad y enriqueciendo su vida. "Me siento una privilegiada por lo que he vivido; es un deporte que me ha ayudado a formarme como persona, y es parte de mi esencia", afirma con orgullo.

Su legado, más allá de los premios y reconocimientos, reside en la pasión que transmite en cada crónica, en la profundidad con la que aborda las historias de los pugilistas y en la perspectiva única que aporta al periodismo deportivo. Erika Montoya no solo ha cubierto las mejores peleas de los últimos 20 años; ha sido parte de ellas, dejando una huella imborrable en la historia del boxeo y inspirando a nuevas generaciones de periodistas a perseguir sus sueños con la misma tenacidad y dedicación. Su historia es un ejemplo de cómo la pasión, combinada con el trabajo duro, puede romper barreras y abrir caminos en cualquier ámbito, incluso en aquellos tradicionalmente dominados por hombres.

Fuente: El Heraldo de México