
14 de abril de 2025 a las 12:15
Crédito empresarial: ¡Impúlsalo ahora!
El peso mexicano, un protagonista silencioso pero crucial en el drama financiero de las empresas. Su volatilidad, ese sube y baja constante frente al dólar, se ha convertido en un inesperado aliado para la banca, impulsando sus ganancias de una manera que pocos anticipaban. Imaginen un escenario donde casi un tercio de los préstamos a empresas, ese 27% que se maneja en monedas extranjeras, de repente se revaloriza en pesos gracias a la depreciación del peso. Es como si el mismo dinero, sin cambiar de manos, generara más valor simplemente por la fluctuación del mercado.
Intercam Casa de Bolsa, con su ojo experto en el pulso de las finanzas, ha desentrañado esta dinámica. Nos revelan cómo la cartera de crédito empresarial ha experimentado un crecimiento anual del 15.8% en febrero, alcanzando la impresionante cifra de tres billones 609.5 mil millones de pesos. Detrás de este aumento, se esconde la mano invisible del tipo de cambio. Si aislamos el impacto de la inflación y la fluctuación cambiaria, el crecimiento real sería de un 7.5%, una cifra aún robusta, pero que palidece ante el impulso adicional que proporciona la depreciación del peso.
Eduardo López Ponce, Gerente de Análisis Bursátil y Mercados de Intercam, nos explica la mecánica de este fenómeno. El tipo de cambio, al cerrar febrero en 20.5 pesos por dólar, representó una depreciación anual del 20.2%. Esta depreciación, traducida al lenguaje cotidiano, significa que cada dólar prestado a las empresas ahora vale más pesos al momento de contabilizarse. Es una ganancia inesperada para la banca, un plus que se suma a los intereses y comisiones habituales.
Pero este escenario, como todo en el mundo financiero, no está exento de riesgos e incertidumbres. Se prevé que la influencia del tipo de cambio en las carteras empresariales continúe a lo largo del año, aunque la desaceleración económica global y la incertidumbre generalizada podrían contrarrestar este efecto. Es un juego de fuerzas opuestas, donde el futuro del mercado se dibuja con trazos difusos y cambiantes.
Dentro de este panorama complejo, algunos sectores brillan con luz propia. Electricidad, agua y gas, por ejemplo, han experimentado un crecimiento anual asombroso del 218%. Le siguen de cerca Transportes, correos y almacenamiento, con un 31.5%, y Servicios de alojamiento temporal, alimentos y bebidas, con un 27.1%. Estas cifras nos hablan de la resiliencia de ciertos sectores, capaces de navegar las turbulencias económicas con mayor éxito.
En el otro extremo del espectro, la industria de la Información en medios masivos ha sufrido una contracción del 21.1%. Una señal preocupante que refleja los desafíos que enfrenta este sector en un entorno cada vez más digital y competitivo.
La industria manufacturera, un termómetro clave de la economía, ha mostrado un crecimiento anual del 12.2% en febrero. Dentro de este sector, la Industria química y Otras industrias manufactureras destacan con crecimientos del 25.3% y 23.6% respectivamente. Sin embargo, la fabricación de productos a base de minerales no metálicos ha experimentado un retroceso del 8.7%, una muestra de la heterogeneidad dentro del sector manufacturero.
En conclusión, la volatilidad del tipo de cambio se ha convertido en un factor determinante en el desempeño financiero de las empresas y la banca. Un arma de doble filo que puede impulsar las ganancias o profundizar las pérdidas, dependiendo de la capacidad de cada sector para adaptarse a las fluctuaciones del mercado. El futuro se presenta incierto, pero una cosa es segura: el peso mexicano seguirá siendo un actor protagónico en la escena económica del país.
Fuente: El Heraldo de México