
14 de abril de 2025 a las 23:10
Audiencia de Javier "N" suspendida por salud
La sombra de la impunidad se alarga una vez más sobre el caso de Cecilia Monzón. La justicia, que debería ser ágil y contundente, se convierte en un laberinto de dilaciones y frustraciones para quienes claman por ella. La noticia de la suspensión de la audiencia, programada para este lunes 14 de abril, cae como un jarro de agua fría sobre la esperanza de la familia y de toda una sociedad que exige el esclarecimiento de este atroz feminicidio.
Un justificante médico presentado por la defensa del autor material confeso ha sido suficiente para posponer el juicio oral hasta el 21 de abril de 2025. Dos años. Dos años más de angustia e incertidumbre para la familia de Cecilia, dos años más para que las heridas de la pérdida sigan abiertas, dos años más en los que la justicia parece jugar al escondite con la verdad.
Las palabras de Helena Monzón, hermana de Cecilia, reflejan la indignación y la impotencia que embargan a quienes buscan justicia. "Desearle mucha salud y buenos alimentos, porque vamos a seguir exigiendo justicia, así que este entorpecimiento que vemos, no va a llevar a nada". Una declaración cargada de sarcasmo que pone de manifiesto la desconfianza ante un sistema que parece proteger a los victimarios.
¿Acaso un justificante médico puede justificar un retraso de dos años en un caso de feminicidio? ¿Qué mensaje se envía a la sociedad cuando la maquinaria judicial se detiene ante la presentación de un documento, mientras la familia de la víctima sigue sumida en el dolor y la incertidumbre? Estas son preguntas que resuenan con fuerza en un país donde la violencia contra las mujeres sigue siendo una lacerante realidad.
Recordemos que esta era la quinta audiencia del juicio oral contra los tres señalados como responsables del feminicidio de la activista: Javier N, Silvestre N y Jair N. Un juicio que comenzó el 31 de marzo y que, hasta el momento, había permitido a Helena Monzón presenciar el proceso en las instalaciones del Tribunal de Enjuiciamiento.
En la última audiencia, celebrada el viernes pasado, se acreditó la confesión de uno de los autores materiales, realizada hace tres años, cuando fue vinculado a proceso. Una confesión que revelaba su conexión con Javier N y que parecía abrir una brecha de esperanza en la búsqueda de la verdad. Sin embargo, esta suspensión echa por tierra cualquier avance y nos sumerge de nuevo en la desesperanza.
El recuerdo del brutal asesinato de Cecilia, interceptada en mayo de 2022 por una motocicleta con dos individuos, uno de los cuales le disparó a quemarropa, sigue vivo en la memoria colectiva. Una imagen que nos recuerda la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia machista y la urgente necesidad de un sistema judicial que actúe con prontitud y eficacia.
La lucha por la justicia para Cecilia Monzón no ha terminado. La familia, con Helena a la cabeza, se mantiene firme en su propósito de esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. La sociedad, a su vez, debe acompañar este reclamo y exigir que el caso no quede impune. El feminicidio de Cecilia Monzón es una herida abierta en la sociedad mexicana, una herida que solo podrá sanar con la verdad y la justicia. No podemos permitir que la impunidad se imponga.
Fuente: El Heraldo de México