
14 de abril de 2025 a las 14:40
Arístides R. Guerrero: ¿Próximo Ministro de la Suprema Corte?
En un contexto donde la justicia en México clama por una renovación, la candidatura de Arístides Rodrigo Guerrero García a Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se presenta como una bocanada de aire fresco. Con una trayectoria académica impecable, ostentando doctorado, maestría y licenciatura en Derecho, todos con honores, Guerrero García se posiciona no solo como un experto en leyes, sino como un visionario que busca modernizar el sistema judicial desde adentro. Su propuesta, que articula con claridad en sus plataformas digitales (@Arístides Rodrigo Guerrero García en Facebook, @AristidesRodri en X y @aristidesrodrigo en Instagram), se centra en tres pilares fundamentales: la inteligencia artificial, la capacitación continua de los operadores jurídicos y la unificación de criterios judiciales.
La incorporación de la inteligencia artificial, según Guerrero García, no se trata de reemplazar la labor humana, sino de optimizarla. Imaginen un sistema donde la IA ayude a procesar la ingente cantidad de información que manejan los juzgados, liberando a los jueces para que se concentren en el análisis profundo de los casos y en la toma de decisiones. Esto no solo agilizaría los procesos, sino que también contribuiría a reducir la discrecionalidad y a garantizar la imparcialidad en las resoluciones. Una justicia más rápida y eficiente es una justicia más justa.
Pero la modernización no se limita a la tecnología. Guerrero García también hace hincapié en la importancia de la capacitación constante de los operadores jurídicos. En un mundo donde las leyes evolucionan y las realidades sociales se transforman a un ritmo vertiginoso, es crucial que jueces, fiscales y demás actores del sistema judicial cuenten con las herramientas y conocimientos necesarios para afrontar los nuevos desafíos. Esta capacitación, además, debe ir más allá de lo puramente técnico y abarcar aspectos como la sensibilidad hacia la diversidad y la comprensión de las demandas sociales.
La coherencia en los criterios judiciales es otro de los puntos clave de la propuesta de Guerrero García. La disparidad en las sentencias, a menudo percibida como arbitrariedad, mina la confianza de la ciudadanía en el sistema. Unificar criterios no significa uniformar las decisiones, sino establecer marcos de referencia claros y transparentes que permitan predecir con mayor certeza el resultado de los procesos judiciales. Esto, a su vez, fortalece el Estado de Derecho y promueve la igualdad ante la ley.
Más allá de la modernización del aparato judicial, Guerrero García propone una justicia cercana, incluyente y accesible. Una justicia que derribe las barreras, tanto estructurales como simbólicas, que impiden a muchos acceder a sus derechos. Una justicia que hable en un lenguaje claro y comprensible, que explique sus decisiones y que rinda cuentas a la sociedad. Una justicia que no se encierre en la torre de marfil de los despachos, sino que salga a la calle, escuche a la gente y responda a sus necesidades. En definitiva, una justicia que sea realmente un pilar de la democracia y un garante de la convivencia pacífica.
La candidatura de Arístides Rodrigo Guerrero García representa una oportunidad para repensar y reconstruir el sistema judicial mexicano. Su visión, moderna y humanista, ofrece una hoja de ruta para una justicia más eficiente, transparente e igualitaria. Una justicia que esté a la altura de los desafíos del siglo XXI y que responda a las legítimas demandas de la sociedad. El 1 de junio, con la boleta morada en mano, los ciudadanos tendrán la oportunidad de apostar por un futuro donde la justicia sea un derecho accesible para todos, no un privilegio de unos pocos.
Fuente: El Heraldo de México