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15 de abril de 2025 a las 01:40
Alerta: Aranceles a tomates mexicanos desde el 14 de julio
La industria del tomate, un gigante en la agricultura de ambos lados de la frontera, se ve sacudida una vez más por la sombra de los aranceles. El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha anunciado la imposición de un arancel del 20.91% a la mayoría de los tomates importados desde México, una medida que entrará en vigor el próximo 14 de julio. Este anuncio, que pone fin a un acuerdo comercial vigente desde 2019, promete reavivar las tensiones entre ambos países y generar un impacto significativo en los precios y la disponibilidad del tomate en el mercado estadounidense.
La decisión del Departamento de Comercio argumenta que el acuerdo previo no ha logrado proteger adecuadamente a los productores nacionales de la competencia mexicana, alegando que los tomates mexicanos se vendían a precios artificialmente bajos, perjudicando la industria estadounidense. Según el comunicado emitido, esta nueva medida arancelaria nivelará el campo de juego y permitirá a los agricultores estadounidenses competir de manera justa.
El acuerdo de 2019, alcanzado durante la primera administración Trump, buscaba poner fin a una larga disputa arancelaria. En ese entonces, se presentaron acusaciones de dumping contra los productores mexicanos, lo que llevó a la imposición de aranceles preliminares. El acuerdo subsecuente suspendió la investigación antidumping e implementó un mecanismo de inspección para asegurar el cumplimiento de las normas comerciales. Sin embargo, la reciente decisión del Departamento de Comercio sugiere que este mecanismo no ha sido suficiente para abordar las preocupaciones de la industria tomatera estadounidense.
La Secretaría de Economía de México, responsable de las negociaciones comerciales del país, aún no ha emitido una respuesta oficial a la imposición de estos nuevos aranceles. Se espera que el gobierno mexicano busque un diálogo con las autoridades estadounidenses para intentar mitigar el impacto de esta medida en los productores nacionales. La incertidumbre reina en el sector, mientras los productores mexicanos se enfrentan a la perspectiva de una reducción significativa en sus exportaciones al mercado estadounidense, un destino crucial para la industria del tomate mexicana.
Esta decisión tiene el potencial de generar un efecto dominó en toda la cadena de suministro. Desde los agricultores mexicanos, que podrían ver reducidos sus ingresos y verse obligados a buscar nuevos mercados, hasta los consumidores estadounidenses, que podrían enfrentar un aumento en los precios del tomate en los supermercados. Resta por ver cómo responderá México a esta medida y si se logrará alcanzar un nuevo acuerdo que satisfaga a ambas partes. Lo que está claro es que la industria del tomate, un componente vital de la economía agrícola de ambos países, se encuentra en un momento crucial. La estabilidad del mercado y el acceso a un producto esencial para la dieta de millones de personas dependen del resultado de las negociaciones y las decisiones que se tomen en las próximas semanas. La incertidumbre es palpable, y la sombra de una guerra comercial en el sector agrícola se cierne sobre la relación bilateral.
Fuente: El Heraldo de México