La tragedia se cernió sobre la Unidad Deportiva "Gustavo Vázquez" en Villa de Álvarez, Colima, esta mañana. Un adolescente perdió la vida en un terrible accidente mientras disfrutaba de un partido de fútbol con su padre. El escenario, que usualmente resuena con risas y el entusiasmo deportivo, se silenció ante la repentina desgracia. Una portería móvil, esas estructuras aparentemente inofensivas que delimitan el juego, se convirtió en el instrumento de una pérdida irreparable.

Según el comunicado oficial emitido por el gobierno estatal, el padre del menor relató los desgarradores momentos que precedieron al accidente. Mientras buscaba el balón, de espaldas a la portería, un estruendo resonó en el campo. Al girarse, la imagen que lo recibió fue devastadora: su hijo yacía en el suelo, bajo el peso de la portería. La vida del joven se apagó de manera instantánea, dejando un vacío imposible de llenar en el corazón de su familia y la comunidad.

Ante la magnitud de la tragedia, la Gobernadora Indira Vizcaíno movilizó de inmediato a su equipo. El Secretario General de Gobierno, Eloy García, el Secretario de Educación y Cultura, Adolfo Núñez, y el Director General de la Unidad Estatal de Protección Civil, Erick González, se presentaron en el lugar de los hechos para brindar apoyo y consuelo a la familia. Más allá de las palabras de condolencia, se les ofreció el acompañamiento y respaldo necesario para afrontar este duro golpe del destino.

Este lamentable incidente pone de manifiesto la importancia de la seguridad en las instalaciones deportivas. Si bien las porterías móviles ofrecen flexibilidad y practicidad, es crucial asegurar su correcta instalación y estabilidad para prevenir accidentes. ¿Se cumplían las normas de seguridad en la Unidad Deportiva "Gustavo Vázquez"? ¿Existían protocolos de revisión y mantenimiento de las porterías? Estas son preguntas que exigen respuestas y que deben impulsar una revisión exhaustiva de las medidas de seguridad en todos los espacios deportivos del estado.

La comunidad de Villa de Álvarez se encuentra consternada por esta pérdida. Un joven con toda una vida por delante, arrebatado en un instante. La solidaridad se extiende hacia la familia, abrazándolos en su dolor y ofreciendo un hombro en el que apoyarse durante este difícil proceso de duelo. Este trágico suceso debe servir como un llamado a la reflexión y a la acción. La seguridad en el deporte no es un tema menor, es una responsabilidad compartida que debe garantizarse para que la práctica deportiva siga siendo una fuente de alegría y bienestar, y no una fuente de tragedias como la que hoy enluta a Colima. Es imperativo revisar los protocolos, fortalecer la supervisión y, sobre todo, crear conciencia sobre la importancia de la prevención para que ninguna familia tenga que volver a experimentar un dolor tan profundo.