
13 de abril de 2025 a las 06:45
Tragedia en Veracruz: Niña de casa hogar muere ahogada
La tragedia ha empañado el inicio de la Semana Santa en Veracruz. El fallecimiento de una pequeña de tan solo siete años en las playas de Tuxpan nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la vigilancia constante, especialmente cuando se trata de menores de edad. Si bien las playas veracruzanas son un atractivo turístico innegable, la seguridad debe ser siempre la prioridad. Este lamentable suceso, ocurrido mientras la menor disfrutaba de un paseo con el grupo de la casa hogar “Hogares Providencia”, plantea interrogantes sobre las medidas de supervisión que se implementaron durante la excursión. La investigación en curso por parte de la Fiscalía, a cargo de Verónica Hernández Giadáns, deberá esclarecer las circunstancias precisas del ahogamiento y determinar si hubo negligencia por parte de los responsables del cuidado de la niña. Es crucial que se deslinden responsabilidades y se tomen medidas para prevenir futuras tragedias.
Más allá del dolor inmediato que esta pérdida representa para los familiares y cuidadores de la pequeña, el incidente también arroja una sombra sobre la percepción de seguridad en las playas veracruzanas. Si bien el gobierno estatal ha desplegado un importante operativo de seguridad con más de 1500 elementos para resguardar a los visitantes durante el periodo vacacional, este trágico evento subraya la necesidad de reforzar las medidas de prevención y vigilancia, particularmente en zonas concurridas por familias con niños. No basta con la presencia policial; se requiere una cultura de prevención y responsabilidad compartida entre autoridades, prestadores de servicios turísticos y los propios visitantes.
La promesa de "vacaciones seguras" que se difunde desde las instancias gubernamentales cobra un matiz amargo ante esta realidad. Si bien es cierto que Veracruz cuenta con una belleza natural incomparable y ofrece una amplia gama de atractivos turísticos, la seguridad no puede ser simplemente un eslogan, debe ser una garantía tangible. La inversión en infraestructura, la capacitación del personal turístico en materia de primeros auxilios y rescate acuático, y la implementación de campañas de concientización dirigidas a los visitantes son medidas fundamentales para construir un entorno verdaderamente seguro.
La difusión de recomendaciones de seguridad por parte de Protección Civil es un paso importante, pero la información debe llegar a todos los rincones y a todos los sectores de la población, incluyendo a aquellos que provienen de contextos vulnerables, como en el caso de los niños de la casa hogar. ¿Se les proporcionó la información necesaria sobre los riesgos del mar? ¿Se les dotó de los elementos de seguridad básicos, como chalecos salvavidas? Estas son preguntas que deben ser respondidas para comprender la magnitud de la tragedia y evitar que se repita.
El turismo es un motor fundamental para la economía de Veracruz, pero su desarrollo no puede estar por encima de la seguridad y el bienestar de las personas. Este lamentable suceso debe servir como un llamado de atención para que las autoridades y la sociedad en su conjunto redoblen esfuerzos en la construcción de un turismo responsable y seguro, donde la vida de cada visitante, especialmente la de los más vulnerables, sea la prioridad absoluta. La belleza de las playas veracruzanas no debe estar teñida por la tragedia.
Fuente: El Heraldo de México