La tranquilidad de la madrugada del sábado 12 de abril en Sayula de Alemán se vio brutalmente interrumpida por una ráfaga de violencia que dejó un saldo trágico: la pérdida de dos vidas, incluyendo la de una joven embarazada. El eco de los disparos aún resuena en las calles de este municipio, donde la comunidad se encuentra conmocionada y exige justicia.

Lo que comenzó como una persecución a un hombre conocido como "El Perry", Isaías Martínez, rápidamente se convirtió en un infierno de balas. Según testigos presenciales, Isaías, quien al parecer tenía antecedentes penales, era perseguido por varios individuos por la calle Miguel Hidalgo. Sintiéndose acorralado, "El Perry" sacó un arma de fuego e intentó defenderse, desatando un intenso intercambio de disparos que sembró el pánico entre los vecinos.

En medio de este caos, Kenia Itzel Maldonado Cancino, una joven llena de ilusiones y con meses de embarazo, se vio atrapada en la línea de fuego. Se dirigía con su pareja a la casa de sus padres, un trayecto que habitualmente realizaban sin imaginar que esa noche se convertiría en una tragedia. Intentó huir, buscar refugio, pero un proyectil la alcanzó, arrebatándole la vida a ella y al bebé que esperaba. Su pareja, testigo impotente del horror, intentó auxiliarla en vano, mientras las balas seguían silbando a su alrededor.

La noticia del fallecimiento de Kenia ha conmocionado profundamente a la comunidad de Sayula de Alemán. Vecinos, amigos y familiares la recuerdan como una joven alegre, trabajadora y con un futuro prometedor. La indignación y el dolor se mezclan con la exigencia de justicia y de un alto a la violencia que ha ensombrecido sus vidas.

Las autoridades, representadas por la Fiscalía General del Estado (FGE), se encuentran investigando los hechos. Peritos criminalistas recorrieron la escena del crimen, recolectando evidencias y casquillos percutidos que permitan esclarecer lo sucedido y dar con los responsables de esta tragedia. El levantamiento de los cuerpos y su traslado al Servicio Médico Forense (SEMEFO) se realizó en medio de un clima de consternación.

La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo la violencia seguirá cobrando vidas inocentes? La historia de Kenia Itzel y su bebé no debe quedar impune. Es un llamado urgente a las autoridades para que redoblen sus esfuerzos en la lucha contra la delincuencia y garanticen la seguridad de todos los ciudadanos. Es un llamado a la sociedad para que se una en la construcción de un futuro donde la paz y la justicia prevalezcan. El recuerdo de Kenia y su bebé debe ser un motor para impulsar un cambio real y profundo en Sayula de Alemán y en todo el país. No podemos permitir que la violencia siga robando sueños y esperanzas.