Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Salud Canina

13 de abril de 2025 a las 14:55

Señales silenciosas: ¿Tu perro intenta decirte algo?

El acto aparentemente inocente de tu perro mordisqueando la hierba del parque esconde un mundo de posibles significados que, como dueño responsable, debes aprender a interpretar. Mucho más allá de una simple curiosidad canina, este gesto puede ser la clave para entender el estado de salud y bienestar de tu fiel compañero. Si bien en ocasiones se trata de un comportamiento completamente normal, en otras puede ser un grito silencioso de auxilio que no debes ignorar.

Observemos con atención. ¿Con qué frecuencia pasta tu perro en el parque? ¿Lo hace esporádicamente o es un hábito recurrente en cada paseo? Si la respuesta es la segunda, la alarma debe encenderse. Si bien un perro puede mordisquear hierba ocasionalmente por simple placer sensorial, la repetición constante de este acto puede indicar un desequilibrio interno que requiere nuestra atención.

Los expertos veterinarios coinciden en que los problemas digestivos son la causa más común detrás de este comportamiento. Imaginemos por un momento el malestar de una indigestión, esa sensación de pesadez que nos impulsa a buscar alivio. De igual manera, tu perro, al sentir molestias estomacales, puede recurrir instintivamente al pasto para provocar el vómito y expulsar aquello que le causa malestar. Es su forma natural de purgar su sistema.

Pero la historia no termina ahí. La ingesta recurrente de hierba también puede ser un síntoma de deficiencias nutricionales. Si la dieta de tu perro no le proporciona todos los nutrientes que necesita, puede intentar compensar estas carencias buscando en la naturaleza aquello que le falta. En este caso, el pasto actuaría como un suplemento improvisado, una señal de que su alimentación requiere una revisión a fondo.

El estrés y la ansiedad también juegan un papel importante en este rompecabezas canino. Al igual que nosotros, los perros pueden manifestar su malestar emocional a través de comportamientos inusuales. El mordisqueo compulsivo de hierba puede ser una forma de liberar tensiones, una válvula de escape para la ansiedad acumulada. Presta atención a otros signos, como jadeos excesivos, inquietud o cambios en su apetito. Si identificas un patrón, es fundamental consultar con un especialista para abordar el problema de raíz.

No subestimes el poder de la observación. Cada gesto, cada lamida, cada mordisco de tu perro cuenta una historia. Aprende a escuchar su lenguaje corporal, a interpretar sus señales. Un simple paseo por el parque puede convertirse en una valiosa oportunidad para conectar con tu mascota a un nivel más profundo y asegurar su bienestar. Ante la duda, consulta siempre con un veterinario. Su experiencia y conocimiento te brindarán las herramientas necesarias para cuidar de tu compañero de la manera más adecuada. No esperes a que un simple mordisco se convierta en un problema mayor. La salud de tu perro está en tus manos.

Fuente: El Heraldo de México