
13 de abril de 2025 a las 00:05
¡Pizzeros presos! Caen 18 por robo de motos
La sombra del miedo se cernía sobre los repartidores de comida en el Estado de México. Un temor silencioso, pero palpable, que los obligaba a trazar rutas alternativas, a evitar ciertas zonas, a mirar constantemente por encima del hombro. El pan de cada día, la entrega a domicilio, se había convertido en una ruleta rusa donde la posibilidad de un robo, o algo peor, era una constante amenaza. La banda de "Los Pizzeros", así los llamaban, operaba con la precisión de un reloj suizo y la impunidad que da la costumbre. Se especializaban en despojar a los trabajadores de sus vehículos, su herramienta de trabajo, su sustento. Motocicletas que representaban horas de esfuerzo, ahorros, y la posibilidad de llevar comida a sus propias mesas, terminaban en manos de estos delincuentes. El miedo se propagaba como un virus, contagiando a toda la comunidad. Vecinos que veían con impotencia cómo sus calles se convertían en territorio de nadie, repartidores que se negaban a trabajar en zonas de alto riesgo, un clima de inseguridad que asfixiaba la tranquilidad.
Pero el silencio se rompió. Las denuncias, los testimonios, el clamor popular, finalmente fueron escuchados. La Dirección General de Seguridad y Protección de Toluca, en coordinación con la Fiscalía Especializada en Investigación del Delito de Robo de Vehículos, orquestó una serie de operativos quirúrgicos, planificados con la minuciosidad de un ajedrecista. No se trataba solo de detener a unos cuantos delincuentes, se trataba de desarticular una red criminal, de devolver la tranquilidad a las calles, de enviar un mensaje contundente: la impunidad tenía sus días contados.
Los primeros en caer fueron Alejandro “N”, Georgina “N” y Bernardo “N”. Un golpe certero que dejó al descubierto el modus operandi de la banda: una motocicleta robada, un arma de fuego, dosis de estupefacientes, la tríada que sembraba el terror. Pero esto era solo el principio. La redada continuó, desentrañando la compleja estructura de "Los Pizzeros". Nombres como María Guadalupe ‘N’, Donovan ‘N’, Daniel ‘N’, Carlos ‘N’, Jaime ‘N’ (alias El Jaime), Álvaro ‘N’ y Saúl ‘N’, se sumaban a la lista de detenidos. Las motocicletas recuperadas, algunas con los números de identificación alterados, eran la prueba irrefutable de sus delitos. Cada arresto era una victoria, una pieza menos en el engranaje del crimen.
La operación culminó con la captura del presunto líder, José Trinidad ‘N’, alias “El Greña”. Un hombre de 48 años, el cerebro detrás de la operación, el que movía los hilos de la red. Su detención fue el golpe final, el que desmoronó la estructura de "Los Pizzeros". Ahora, tras las rejas del Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Almoloya de Juárez, esperan el juicio que determinará su futuro.
Más allá de las cifras, más allá de los nombres, esta historia es un testimonio de la lucha constante contra la delincuencia. Es la historia de una comunidad que se unió para alzar la voz, de unas autoridades que respondieron al llamado, de unos repartidores que, a pesar del miedo, salen cada día a ganarse la vida. Es la historia de una batalla ganada, un paso adelante en la búsqueda de la seguridad y la justicia. Y aunque la lucha continúa, la caída de "Los Pizzeros" representa una luz de esperanza, un recordatorio de que la unión hace la fuerza, y que la justicia, tarde o temprano, llega.
Fuente: El Heraldo de México