
12 de abril de 2025 a las 03:40
Nearshoring: México, la gran oportunidad.
México se consolida como un jugador clave en el escenario del nearshoring, a pesar de los desafíos globales. Lejos de estar "muerto", como algunos podrían pensar, el nearshoring en México se encuentra en una posición privilegiada, beneficiándose de una ventaja competitiva crucial frente a otros países. Esta ventaja radica en los aranceles significativamente menores que enfrenta México en comparación con naciones que han sido objeto de gravámenes del 25% o más por parte de Estados Unidos. En un contexto de tensiones comerciales internacionales, México se destaca por su favorable desempeño, respaldado por aranceles que oscilan entre el 16% y el 18%, una diferencia sustancial que impulsa su atractivo para la inversión extranjera.
La reciente certificación "Hecho en México" otorgada a Grupo Bimbo, un gigante empresarial con presencia en más de 35 países, no solo reconoce la calidad de los productos mexicanos, sino que también fortalece la imagen de México como un centro de producción de clase mundial. Esta distinción sirve como un poderoso impulso a la marca "Hecho en México" y reafirma el compromiso del país con la excelencia.
La sólida relación bilateral entre México y Estados Unidos, evidenciada en el trato respetuoso y considerado entre los secretarios de comercio de ambos países, es un factor fundamental para el éxito del nearshoring. La cooperación y el entendimiento mutuo son pilares de una asociación estratégica que beneficia a ambas naciones. La prudencia y la firmeza en las negociaciones, combinadas con una visión a largo plazo, son esenciales para continuar avanzando en la consolidación de México como un socio comercial confiable.
El interés de Estados Unidos, principal socio comercial de México, en incrementar la producción en Norteamérica en detrimento de Asia, representa una oportunidad histórica para el país. México se posiciona como el país con mayor volumen de exportaciones libres de aranceles a Estados Unidos, lo cual lo coloca en una situación inmejorable. Si bien las negociaciones comerciales son complejas y aún quedan pendientes aspectos cruciales como la revisión de los sectores del acero y el aluminio, la exclusión de México del esquema de aranceles recíprocos es un logro significativo que mitiga las preocupaciones iniciales.
Las próximas reuniones técnicas, enfocadas en el acero, el aluminio y la industria automotriz, son de vital importancia para definir los descuentos que se aplicarán por marca y modelo. La integración de la industria automotriz mexicana con la estadounidense es un factor clave que juega a favor de México. Se espera que en los próximos 30 días se resuelvan los detalles pendientes y se logren acuerdos beneficiosos para ambas partes.
La mayoría de las exportaciones mexicanas amparadas por el T-MEC están exentas de aranceles recíprocos, a diferencia de lo que ocurre con otros tratados de libre comercio que Estados Unidos mantiene con otros países. Esta ventaja competitiva es un factor determinante para el éxito del nearshoring en México.
En cuanto al impacto de los aranceles en el acero y el aluminio, se espera que sea menor en comparación con otros países. La revisión del T-MEC en 2026 será un hito importante para consolidar la integración comercial de América del Norte. La buena relación entre los líderes de México y Estados Unidos es un factor clave para el éxito de estas negociaciones.
Finalmente, el conflicto del agua entre México y Estados Unidos, un tema de larga data, requiere una solución equitativa y sostenible. La propuesta presentada por México, en el marco del tratado de 1944, busca abordar este desafío considerando los efectos del cambio climático y la sequía que afecta a la región. La cooperación bilateral es fundamental para garantizar el abastecimiento de agua y la sostenibilidad de los recursos hídricos compartidos.
Fuente: El Heraldo de México