
12 de abril de 2025 a las 23:15
México: ¿Dónde Tiembla Más?
La tierra tiembla, México se mueve. Una realidad ineludible que ha marcado la historia del país y forjado una cultura de prevención sísmica admirable. No es casualidad que México cuente con un Servicio Sismológico Nacional (SSN) a la vanguardia, un vigilante incansable del subsuelo que registra cada temblor, cada susurro de la tierra, para mantenernos informados y preparados. Porque la preparación, en un país como el nuestro, es la clave de la supervivencia.
El SSN, pilar fundamental en la comprensión de la actividad sísmica, nos revela datos fascinantes, a veces inquietantes, sobre la danza constante de las placas tectónicas bajo nuestros pies. Durante marzo de 2025, 2663 sismos sacudieron el territorio nacional, desde pequeños movimientos casi imperceptibles hasta otros que nos recuerdan la fuerza bruta de la naturaleza. Imaginen la magnitud de esta cifra: 2663 veces la tierra se movió en un solo mes. Un recordatorio constante de que vivimos en una zona sísmica altamente activa, donde la prevención no es una opción, sino una necesidad.
La costa del Pacífico, el Istmo de Tehuantepec y el Golfo de California. Zonas marcadas por la intensa actividad tectónica, donde la tierra libera energía con una frecuencia asombrosa. El SSN, con su red de sensores distribuidos estratégicamente por todo el país, registra cada uno de estos eventos, proporcionando información vital para la investigación y la prevención. Datos que nos permiten comprender mejor el comportamiento de la tierra y desarrollar estrategias para mitigar los riesgos.
OnlyMaps, con su mapa interactivo que registra los sismos desde 1900, nos ofrece una perspectiva histórica impactante. Una visualización clara de la actividad sísmica a lo largo del tiempo, que nos permite identificar las zonas de mayor riesgo y comprender la magnitud de los eventos que han moldeado el paisaje y la historia de México. Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y Colima. Nombres que resuenan en la memoria colectiva, asociados a la fuerza de la naturaleza, a la resiliencia de sus habitantes y a la importancia de la prevención.
El 3 de marzo de 2025, dos sismos de magnitud 4.7 sacudieron el país con apenas unas horas de diferencia. Acapulco y Pinotepa Nacional, Oaxaca, fueron los epicentros de estos eventos, un recordatorio de que la tierra puede despertar en cualquier momento. Imaginen la tensión, la incertidumbre, la adrenalina que recorre el cuerpo cuando la tierra se mueve bajo tus pies. Momentos que nos recuerdan la fragilidad de la vida y la importancia de estar preparados.
Pero la preparación no solo implica tener una mochila de emergencia y un plan de evacuación. Implica también una cultura de prevención que se inculca desde la infancia, en las escuelas, en los hogares. Implica una sociedad informada, consciente de los riesgos y preparada para actuar con responsabilidad ante una emergencia. México ha dado pasos agigantados en este sentido, pero el camino aún es largo. La educación, la investigación y la constante actualización de los protocolos de seguridad son fundamentales para construir un futuro más seguro, un futuro donde la tierra pueda temblar sin que se derrumbe el mundo.
Porque en México, la tierra tiembla, sí, pero la esperanza y la resiliencia de su gente se mantienen firmes, como rocas ante la tempestad.
Fuente: El Heraldo de México