
Inicio > Noticias > Desapariciones
12 de abril de 2025 a las 07:00
Hermana de Romina: "No descansaré hasta hallarla"
La creciente ola de desapariciones en Coacalco de Berriozábal ha sumido a la comunidad en un estado de angustia e incertidumbre. La similitud en los casos, la falta de contacto y las características físicas de las jóvenes desaparecidas, pintan un panorama desolador que exige respuestas inmediatas. El caso de Romina Bautista Meza, de tan solo 16 años, es un ejemplo desgarrador de esta preocupante tendencia. Su desaparición el pasado 23 de marzo, tras salir de su hogar en el Fraccionamiento Rinconada San Felipe, ha movilizado a familiares y amigos en una búsqueda desesperada. La angustia de su hermana, Mia Bautista, se palpa en cada publicación, en cada súplica a través de las redes sociales, clamando por la colaboración ciudadana para que la imagen de Romina se viralice y pueda regresar sana y salva a casa.
La hipótesis de que Romina, al igual que Brenda Sosa y Tabata Guadalupe, pueda ser víctima de una red de trata de personas, añade una capa aún más oscura a esta tragedia. La coincidencia en las circunstancias de sus desapariciones, la falta de pistas y el silencio que las rodea, alimentan la sospecha de un modus operandi que se repite con una frecuencia escalofriante. La comunidad, conmocionada y temerosa, se une a la familia en su clamor por justicia y por el esclarecimiento de estos casos.
La marcha organizada el 11 de abril, liderada por familiares de las jóvenes desaparecidas, incluyendo a Daphne Ceballos, hermana de Romina, es un grito desesperado en medio de la impotencia. El testimonio desgarrador de Daphne, quien imagina el infierno que su hermana podría estar viviendo, refleja el dolor y la angustia que comparten todas las familias afectadas. Su promesa de no descansar hasta encontrar a Romina, de luchar incansablemente por su regreso, es un testimonio de amor y un llamado a la acción para toda la sociedad.
Las autoridades deben intensificar los esfuerzos de búsqueda, investigar a fondo las posibles conexiones entre los casos y brindar apoyo psicológico a las familias que viven momentos de indescriptible sufrimiento. La fiscalía debe actuar con celeridad y transparencia, informando a la comunidad sobre los avances de la investigación y garantizando que se agoten todos los recursos disponibles para encontrar a estas jóvenes.
La descripción detallada de Romina, con sus características físicas, la cicatriz en el empeine de su pie izquierdo, su complexión delgada y su rostro ovalado, es una herramienta crucial para la búsqueda. Cada detalle, por pequeño que parezca, puede ser la clave para su localización. Es imperativo que la ciudadanía se mantenga alerta, comparta la información y colabore con las autoridades. La solidaridad y la participación activa de la comunidad son fundamentales en estos momentos de angustia e incertidumbre. No podemos permitir que la indiferencia se imponga. La vida de estas jóvenes está en juego y cada minuto cuenta.
Además de la información proporcionada, es fundamental que las autoridades investiguen a fondo el entorno social de las jóvenes desaparecidas. Analizar sus relaciones personales, sus rutinas, sus últimos contactos, puede arrojar luz sobre las circunstancias de su desaparición. Es vital que se explore cualquier indicio, por mínimo que parezca, que pueda conducir a su paradero.
La sociedad civil también tiene un papel crucial que desempeñar. La organización de grupos de búsqueda, la difusión de información a través de redes sociales y la presión a las autoridades para que se agilicen las investigaciones, son acciones que pueden marcar la diferencia. La unión y la solidaridad son las armas más poderosas que tenemos para combatir la impunidad y devolver la esperanza a las familias que esperan el regreso de sus seres queridos. El tiempo apremia y la vida de estas jóvenes pende de un hilo. No podemos permanecer pasivos ante esta tragedia.
Fuente: El Heraldo de México