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12 de abril de 2025 a las 05:35

Guardería: Despido y furia

La indignación recorre España. Un video, frío y contundente, ha destapado la cruel realidad que se vivía entre las paredes de una guardería en Torrejón de Ardoz, Madrid. Las imágenes, captadas por una cámara de seguridad, muestran a una cuidadora, identificada como Nicole, forzando a una bebé de apenas un año y ocho meses a comer. No se trata de una simple insistencia, sino de un acto de violencia: "No me escupas la comida, me tienes harta", se escucha decir a la mujer mientras manipula la cuchara con una fuerza desproporcionada. La pequeña, indefensa, se convierte en víctima de una situación que ha conmocionado a la sociedad.

Pero la historia no termina ahí. El video revela la pasividad cómplice de otras tres cuidadoras que presencian el maltrato sin intervenir. Una inacción que las convierte en corresponsables de un acto deleznable. La rápida difusión del video en redes sociales provocó una ola de indignación que llevó a las autoridades a actuar con celeridad. El pasado viernes 11 de abril, las cuatro mujeres, incluida la directora del centro, fueron detenidas. Tras unas horas, fueron liberadas y suspendidas de empleo, una medida que, si bien necesaria, parece insuficiente ante la gravedad de los hechos.

La investigación continúa y las autoridades trabajan para esclarecer lo sucedido. ¿Se trata de un caso aislado o la punta del iceberg de una problemática mayor? La pregunta flota en el aire, generando inquietud entre los padres que confían el cuidado de sus hijos a estos centros. La confianza, rota en mil pedazos, es difícil de reconstruir.

La prensa, ávida de respuestas, intentó obtener la versión de Nicole. Lejos del arrepentimiento, la mujer reaccionó con ira, culpando a los medios de comunicación de su despido: "Ha sido porque van a quitar a todos los niños de la guardería por vuestra p*** culpa. Estoy en la calle y yo tengo dos hijas que mantener y una hipoteca que pagar". Sus palabras, cargadas de resentimiento y sin una pizca de autocrítica, avivaron aún más la polémica. La reportera, insistente, intentó obtener alguna declaración sobre el video, pero Nicole se negó a responder, amenazando incluso con llamar a la policía. Su actitud desafiante, lejos de apaciguar los ánimos, ha generado aún más rechazo.

Este caso pone de manifiesto la necesidad de una mayor supervisión en las guarderías y centros de cuidado infantil. Es imperativo garantizar la seguridad y el bienestar de los más pequeños, implementando protocolos de actuación y promoviendo una cultura de respeto y cuidado. La sociedad exige justicia para la pequeña víctima y medidas contundentes para evitar que situaciones como esta se repitan. La infancia debe ser protegida, y la responsabilidad recae en todos nosotros.

Fuente: El Heraldo de México