La historia que rodea el trágico accidente donde perdió la vida el joven repartidor Daniel Tadeo ha estado plagada de especulaciones, acusaciones y juicios apresurados en redes sociales. Ahora, Gabriela "N", la conductora involucrada en el incidente, ha decidido romper el silencio y ofrecer su versión de los hechos, buscando aclarar las imprecisiones y desmentir las falsedades que, según ella, han circulado desde aquel fatídico día en Santa Fe.

En una carta dirigida a Imagen Noticias, y específicamente al programa de la periodista Crystal Mendivil, Gabriela describe el dolor y la angustia que ha experimentado desde el momento del impacto. Insiste en que su primera reacción fue auxiliar al joven, contradiciendo las versiones que la pintan como alguien que intentó evadir su responsabilidad. Detalla cómo descendió de su vehículo, llamó inmediatamente al número de emergencias 911 y permaneció en el lugar, cooperando plenamente con las autoridades presentes.

La joven de 19 años lamenta profundamente la pérdida de Daniel Tadeo y enfatiza que este suceso ha sido una tragedia para todos los involucrados. Se describe a sí misma como una estudiante de comunicación, becaria y con aspiraciones profesionales en el campo, desmintiendo categóricamente los rumores que la señalan como hija de un influyente empresario o alto ejecutivo. Asegura que estas afirmaciones no solo son falsas, sino que han contribuido a la creación de una imagen distorsionada de su persona, alimentando la polarización y el linchamiento mediático del que ha sido víctima.

Con el objetivo de transparentar su situación, Gabriela revela que se ha sometido a rigurosos exámenes toxicológicos, cuyos resultados han sido negativos, descartando cualquier influencia del alcohol o sustancias ilegales en el momento del accidente. Además, reafirma su compromiso con la familia de Daniel Tadeo, indicando que ha estado trabajando en conjunto con la aseguradora para garantizar una indemnización justa para las hijas del fallecido.

La carta de Gabriela "N" abre una nueva perspectiva en este caso que ha conmocionado a la sociedad. Más allá del debate legal y las responsabilidades que se determinen en el proceso judicial, su testimonio nos invita a reflexionar sobre la importancia de la presunción de inocencia, el respeto a la verdad y la responsabilidad que tenemos como ciudadanos al momento de compartir información, especialmente en un entorno digital donde la desinformación y los juicios precipitados pueden tener consecuencias devastadoras. El dolor de una familia que ha perdido a un ser querido es innegable, pero también lo es el derecho de toda persona a ser escuchada y a que se respete su versión de los hechos antes de emitir un veredicto. El caso de Daniel Tadeo y Gabriela "N" nos recuerda la complejidad de los accidentes de tráfico y la necesidad de abordar estas situaciones con sensibilidad, evitando la estigmatización y buscando la justicia con base en la verdad y el debido proceso.